Es cosa de hombres

Xosé Cuns

ECONOMÍA

15 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Como podrán ver en el cine en breve, hace sólo cien años las mujeres sufragistas inglesas reclamaban su derecho al voto. Un derecho que han podido ejercer por primera vez hace unos días las mujeres saudíes y que se les niega aún a millones. Son abrumadoras en todo el mundo las pruebas de la discriminación de las mujeres. El PNUD acaba de certificar de nuevo que ante un mismo trabajo, perciben un 24 % menos de sueldo que los hombres, o que realizan tres de cada cuatro horas de trabajo no pagado.

Lo saben muy bien las mujeres que cuidan personas dependientes (insultadas hasta lo indecible con el desmantelamiento de la ley de dependencia), las que ocuparon en el 2013 el 73 % de los trabajos a tiempo parcial o en oenegés de acción social o cooperación, en donde siendo mayoría de voluntarias o trabajadoras y a pesar de los avances, aun queda mucho para asegurar que las dirigen.

¿Qué se puede hacer? Lo primero, entender que al igual que una bacteria no es lo mismo que un antibiótico, machismo es lo contrario de feminismo. Todas estas evidencias son expresiones de la misma violencia machista que este año ha matado a 50 mujeres en España. Un 35 % de las mujeres que son víctimas de violencia física y/o sexual en el mundo.

Nos toca a los hombres y de una vez dejar de resistirnos al cambio y entender que el tiempo de los orcos se acaba. O abrazamos la lucha feminista como propia (mujeres y hombres que luchan por la igualdad) o somos cómplices. Exigir por ley la igualdad de trato en sueldos y puestos directivos. Garantizar la conciliación laboral y familiar. No consentir comportamientos sexistas o agresivos en nuestro entorno o que se denigre el cuerpo de las mujeres (y los seis millones de españoles que consumen prostitución lo hacen). Aprender a expresar sentimientos y superar el analfabetismo emocional.

Xosé Cuns es autor del blog «No me pidan calma» en www.lavozdegalicia.es