El Popular da alternativas a sus clientes para mitigar pérdidas por el canje de los bonos convertibles

a. b. MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

J. J. Guillén | EFE

La entidad que preside Ángel Ron se está poniendo en contacto con los clientes vinculados para ofrecerles «soluciones personalizadas»

24 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana los clientes del Banco Popular que compraron en el 2009 bonos convertibles en acciones -13.000 que los adquirieron en el mercado primario, un millar de ellos en Galicia- verán como este producto registra minusvalías al canjearse por esas acciones, una situación que la entidad que preside Ángel Ron está tratando de minimizar. Por ello los gestores del banco se están poniendo en contacto con los clientes vinculados para ofrecerles «soluciones personalizadas» para reducir el impacto de las pérdidas de los convertibles -debido a la caída del precio de la acción durante la crisis-, que la entidad cifra en el 35 % de la inversión, teniendo en cuenta los intereses cobrados desde su emisión.

Según explicaron fuentes conocedoras del proceso, se plantea la mejor opción para el cliente en función de los productos que lo vinculan con el banco. Así, las ofertas propuestas para enjugar las minusvalías de los bonos van desde depósitos de alta remuneración para quienes tienen ahorros hasta rebajas del tipo de interés de la hipoteca o del préstamo que tenga suscrito, pasando, por ejemplo, en el caso de empresas, por el terminal punto de venta (TPV) para cobros con tarjeta gratis. Pero tal situación se circunscribe únicamente a los clientes vinculados y que compraron originalmente el producto que luego resultó ruinoso, no a los que lo adquirieron con posterioridad, que fueron otros 9.000, ya que en total hay 22.000 bonistas.

Las mismas fuentes defendieron que la comercialización del producto -que definen como una compra de acciones, aunque a una fecha determinada, hasta la que se percibe una rentabilidad asegurada- fue absolutamente clara y «ajustada en todo momento a las exigencias de la CNMV».

Distancia con las preferentes

De este modo, marcaron distancias con el caso de las preferentes -masivamente judicializadas-, ya que los clientes eran conocedores de la naturaleza del producto, pues su nombre no dejaba lugar a dudas: bonos obligatoriamente convertibles en acciones.

La emisión inicial, realizada en el 2009, fue de 700 millones. Vencían en el 2013. Un año antes, y en vista de que para entonces la evolución de la acción hacía que los inversores encajaran un recorte superior al 50?% en sus, el banco ofreció renovar la emisión dos años más (vence mañana) y con mejores intereses: el 7 %, frente al euríbor a tres meses más el 4 % de la remuneración original.

El objetivo era que el precio de la acción se recuperara y que los bonistas ganaran, algo que finalmente no ha ocurrido. Por ello el Banco Popular ha decidido no posponer más la inevitable conversión, aunque tratando de minimizar ese quebranto para los clientes.

En cualquier caso, quienes no estén de acuerdo con la propuesta personalizada que reciba de la entidad, siempre tienen la alternativa de acudir a los tribunales, aunque sin perder de vista que los convertibles no son equiparables a las preferentes.