La autoridad fiscal dice que cumplir la regla de gasto habría rebajado 300.000 millones la deuda

A.B. LA VOZ

ECONOMÍA

Esta regla es una de las tres fijadas en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y su objetivo es garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas

21 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha vuelto a meter el dedo en la llaga. A sus nada complacientes informes para con el Ministerio de Hacienda y a su enfrentamiento con Montoro, se sumó ayer un nuevo capítulo. En un documento el organismo sostiene que la deuda pública española podría ser del 70 % en lugar del 99 % actual, es decir, 30 puntos inferior (300.000 millones menos), si las Administraciones Públicas hubiesen aplicado la regla de gasto.

Dicha regla es una de las tres fijadas en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y su objetivo es garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas: «Es un instrumento de disciplina presupuestaria que impide que el gasto crezca por encima de la tasa del PIB».

O lo que es lo mismo, en época de bonanza propiciaría un mayor superávit, al evitar que, ante un aumento importante de los ingresos, las Administraciones tiendan a elevar el gasto, y viceversa en época de contracción. «Así se proporciona un colchón a las Administraciones que mejorará su posición fiscal de partida para afrontar las crisis», subraya.

El organismo que preside José Luis Escrivá sostiene que el gasto creció por encima de lo que lo hubiera permitido una regla de gasto en el período de expansión previo a la crisis del 2008. En concreto, en la etapa socialista, entre el 2006 y el 2011 la aplicación estricta de esta regla «habría propiciado una mejora del saldo del sector público del 3 % de media cada año», estima.

Sin embargo, a partir del 2012 el esfuerzo de reducción del déficit hizo que la evolución del gasto público fuera incluso más restrictiva de lo que la regla -que entró en vigor entonces- habría permitido.

Aunque la crítica no se la hace al Gobierno actual, sino al precedente, llega en un momento en el que las relaciones entre la Airef y Hacienda son de máxima tensión. De hecho, días atrás anunciaba que recurriría a Bruselas para que refuerce el papel de las instituciones fiscales independientes, además de denunciar ante la Audiencia Nacional las trabas de Hacienda para acceder a la información que precisa para emitir sus informes.