Volkswagen paga caras sus mentiras

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

WOLFGANG RATTAY | reuters

Las acciones del fabricante alemán de coches sufrieron ayer un duro castigo en la Bolsa de Fráncfort, donde se dejaron un 9,5 % de su valor

05 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No son las mentiras del agrado de casi nadie. Tampoco del de las bolsas. Y el mayúsculo escándalo del trucaje de los coches de Volkswagen para saltarse a la torera los límites de las emisiones está plagado de ellas. El martes el fabricante alemán tuvo que admitir que hay otros 800.000 coches sospechosos que añadir al ya abultado saco de los once millones de automóviles que circulan por las carreteras del mundo y que no son trigo limpio. Y ahora el engaño afecta a las emisiones de CO2. Cuando la empresa entonó el mea culpa, deshaciéndose en disculpas, la Bolsa de Fráncfort ya había cerrado sus puertas y no pudo digerir el embuste. Lo hizo ayer.

El resultado: un varapalo de casi el 10 % para las acciones de la compañía, que desde que saltó el escándalo -va ya para dos meses- no ganan para sustos. Ahora cuestan poco más de cien euros, cuando el 17 de septiembre, antes de que estallara la tormenta en la que anda envuelta la compañía -la peor crisis de su historia- se pagaban a más de 167.

Este nuevo capítulo de la farsa que lleva representando Volkswagen desde el 2007, no solo ha enfurecido a inversores y clientes. En Bruselas y en Berlín también están que echan humo (nunca mejor dicho). Ambos Ejecutivos, el comunitario y el germano, exigieron ayer «transparencia» al mayor fabricante de vehículos europeo. Eso, y que asuma los costes que para los clientes puedan derivarse de la manipulación de los datos de emisiones.

Bruselas instó a Volkswagen a aclarar al detalle y «sin demora» las nuevas «irregularidades» que ha detectado. De lo contrario, amenazó, habrá castigo. «La Comisión tiene poderes de ejecución para garantizar que los fabricantes automovilísticos respetan sus metas de reducción de CO2, lo que incluye la imposición de sanciones», dijo la portavoz comunitaria Lucía Caudet, informa Efe. En la capital belga quieren saber -y ya- qué modelos están afectados, en qué países se han vendido estos vehículos y qué medidas va a tomar el grupo para poner remedio a la situción.

Por su parte, el ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, consideró «inaceptable» que una empresa haya tomado medidas para falsear sus emisiones y aseguró que VW debe asumir su «responsabilidad» en todos los frentes derivados de este escándalo. Fue también Dobrindt quien precisó que de los 800.000 nuevos coches afectados, hay 98.000 que llevan motores de gasolina.

Las emisiones falseadas

Dióxido de carbono

Altera el clima. El dióxido de carbono (CO2) el principal gas responsable del efecto invernadero y, por ende altera el clima, haciendo subir la temperatura del planeta. Y eso porque capta parte de las radiaciones que devuelve la Tierra hacia el espacio, un fenómeno natural que mantiene el clima templado de nuestro planeta. Pero el uso masivo de combustibles fósiles por los seres humanos (carbón, petróleo, gas natural) ha intensificado las emisiones y ha provocado un calentamiento de 0,8 grados centígrados desde la Revolución industrial a mediados del siglo XIX.

A nivel mundial, los transportes representan 14% de las emisiones mundiales de gas con efecto invernadero (incluyendo CO2 pero también metano y protóxido de nitrógeno), según la ONU.

Muchos expertos advierten de la diferencia entre las condiciones de los test de automóviles y las de la circulación real.

Óxidos de nitrógeno

Contaminan el aire. Los óxidos de nitrógeno (NOx), y en particular el dióxido de nitrógeno, son gases nocivos para el sistema respiratorio, emitidos en mayor cantidad por los motores diésel que por los de gasolina. Los diésel estuvieron primero en el punto de mira por sus emisiones de partículas, ese polvo que está en suspensión en el aire y es considerado cancerígeno por la OMS. Desde entonces ha habido avances en ese aspecto, aunque los nuevos filtros de partículas, asociados a un catalizador, provocaron un incremento de emisiones de NOx. Además, el dióxido de nitrógeno (NO2) contribuye en los días cálidos y soleados a la formación de ozono.

Principalmente resultante de procesos de combustión -en los motores de automóviles, pero también en las centrales eléctricas-, provoca hiperactividad a nivel de los bronquios. Aumenta la frecuencia y la intensidad de las crisis de asma.