Del empleo del 2011 al miniempleo del 2015

Albino Prada
Albino Prada CELTAS CORTOS

ECONOMÍA

23 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ala vista de los datos de la encuesta de población activa del tercer trimestre de este año se puede afirmar que el Gobierno acaba la legislatura con aproximadamente cien mil ocupados menos de los que había en España cuando aquella se inició en el cuarto trimestre del 2011. Y esto es algo que ya se puede avanzar porque, cuando se conozcan, los datos del presente cuarto trimestre no van a ser mejores que los del tercero.

De manera que si, al mismo tiempo, a lo largo de esta legislatura se ha reducido el desempleo en algo más de cuatrocientas mil personas ha sido debido a una caída de la población activa superior al medio millón. Un descenso que informa del desánimo de una población que o bien emigra o bien abandona la búsqueda de empleo. El paro no se ha reducido durante estos años por que en España se haya creado empleo.

El panorama se ensombrece aún más si reparamos en lo que ha pasado a lo largo de esta legislatura con la variación de la ocupación a tiempo completo y a tiempo parcial. Mientras la primera se redujo en unas cuatrocientas mil personas, la segunda se incrementó en unas trescientas mil. Lo que puede traducirse diciendo que la economía española ha transformado puestos de trabajo a tiempo completo en medias jornadas.

Un empleo a tiempo parcial que se hizo famoso en la Alemania del canciller Schröeder a partir del 2003 en una reforma laboral que supuso la salida del Gobierno de Oskar Lafontaine, apadrinada por P. Hartz, por aquel entonces jefe de personal de la ahora tan famosa Volkswagen. Todo un éxito del trabajo digno de la locomotora europea: hoy ya hay en Alemania más de diez millones de ocupados con unos ingresos medios de 450 euros.

La mutación del (menor) empleo en España a lo largo de esta legislatura apunta a que nuestros éxitos para el futuro van a continuar por esa senda alemana ejemplar: más minijobs, más empleo a tiempo parcial. Si nadie lo remedia, de los 2,7 millones de ocupados a tiempo parcial que hay en España podríamos llegar a 4,6 millones; lo que supondría igualar el porcentaje que este colectivo tiene en Alemania.

Serían dos millones de contratos para repartidores, labores de limpieza, del hogar, para cuidar niños, ancianos, camareros o pintores, que en Alemania ocupan sobre todo mujeres e inmigrantes. El Gobierno saliente ha dado un primer paso en esta germanificación neoliberal y, por lo que conozco de las ideas escritas al respecto por Luis Garicano, economista jefe de Ciudadanos, la cosa podría dar aún mucho de sí.