El preacuerdo sobre la leche es «el máximo legal posible», según Feijoo

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

X. crespo

Los sindicatos agrarios ven «partes positivas», pero insisten en que necesitan garantías de que la industria cumplirá

12 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Una oportunidad que Galicia no puede dejar pasar, en opinión de la Xunta. Un hito que dará estabilidad al sector lácteo, según el criterio de la industria. Pero un acto de fe para los productores, que exigen garantías legales de que las distribuidoras que incumplan el posible acuerdo de precios sostenibles serán sancionadas. La segunda reunión en 48 horas de Feijoo y los representantes el sector acabó ayer con escasos avances respecto a la anterior.

A lo largo de más de tres horas, el presidente de la Xunta defendió las bondades del documento que presentó el jueves el Ministerio de Agricultura. Lo equiparó incluso al acuerdo sellado en Francia, que es la referencia para muchos. «Non hai nada que se lles dea aos produtores franceses que se lles negue aos galegos», aseguró. Aunque admitió que el documento del ministerio sigue abierto a aportaciones, defendió que ya contempla «todo o que legalmente se pode poñer». Se trata, opinó, del mejor documento de cuantos negociaron hasta ahora distribución, industria y productores. Feijoo valoró que, por vez primera, distribuidores e industria están dispuestos a firmar ese pacto con los productores, y a hacerlo de forma individual, para que «non sexa só un documento de asociacións, senón de personalidade xurídica concreta». También puso en valor que se obligue a los distribuidores a no utilizar la leche como reclamo.

El jefe del Ejecutivo señaló, además, que el acuerdo entrará en vigor a los 10 días de firmarlo. Satisfaría así la premura que reclaman los sindicatos para su aplicación en Galicia. A lo que el texto no puede dar respuesta es a las sanciones que exigen como garantía legal de que se cumplirá. En este punto, Feijoo resaltó que establece que Agricultura fiscalizará el grado de cumplimiento, que revisará cada trimestre.

Los productores ven «partes positivas» en el documento, pero también inconcreciones. Roberto García, de Unións Agrarias, sustanció la clave de la reticencia sindical a rubricar el acuerdo: «Nós queremos firmalo, pero o que non podemos é xenerar unha confianza en ninguén que está ofrecendo prezos á baixa». Es decir, los sindicatos objetan que la garantía del cumplimiento no puede ser la confianza en la industria y la distribución. Es lo que Antón Ledo (Fruga) denominó «actos de fe». «Non queremos decir que o papel non sexa válido, o que necesitamos é que ese papel se cumpra», insistió.

El director general de Feiraco, José Luis Antuña, argumentó que el acuerdo permitirá estructurar el sector, con lo que «no se lesionará directamente a la parte más débil de la cadena», al ganadero.