Draghi promete hacer más si la crisis de China se complica

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

FREDRIK VON ERICHSEN | EFE

La autoridad monetaria rebaja las previsiones de crecimiento e inflación

04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Anda el presidente del BCE preocupado por la salud de las economías emergentes. Sobre todo por China, que ha pasado de resistir mejor que nadie los embates de la crisis a principal fuente de desvelos.

Es pronto, dice Draghi, para conocer el verdadero alcance de esta nueva versión de la tormenta y su impacto en la recuperación mundial. De momento, cautela. Esa es la máxima que suele regir el comportamiento del guardián del euro. Y no iba a ser esta una excepción. Ni siquiera en el día de su cumpleaños (el banquero hizo ayer 68) se permite el capitán del BCE sacar los pies del tiesto.

Pero, eso sí, dejó claro que, si las cosas se complican, no le temblará el pulso. Echará mano de todas las armas a su alcance. Todo, con tal de evitar que descarrile ese tren -el de la recuperación- que tanto ha costado encauzar. «No hay límites», dijo el italiano. Esto es: más compras de activos públicos y privados durante más tiempo si el jaleo asiático se nos va de las manos.

Draghi pronunció estas palabras dos días después de que el Fondo Monetario Internacional pidiese a los países ricos que espabilen. Que pongan en marcha medidas para evitar que el frenazo económico se propague por el mundo. También instó al BCE a extender los estímulos -ampliar el programa de compra masiva de deuda-, si la cosa flaquea. Y advirtió de que los síntomas que anticipan una paralización de la economía de China no son un problema exclusivo del gigante asiático. En el alero están también otros países emergentes, que hasta ahora venían exhibiendo, como China, unos buenos datos de crecimiento, empleo y exportaciones: Brasil, Indonesia, la India o Rusia, entre ellos.

Mientras espera acontecimientos, el Banco Central Europeo ya ha metido la tijera a las previsiones de crecimiento e inflación de la eurozona. Para este año y el que viene. Los expertos de la máxima autoridad monetaria estiman ahora que la economía del euro crecerá un 1,4 % en el 2015, frente al 1,5 % de su pronóstico anterior; y un 1,7 % en el 2016, frente al 1,9 % que preveían en junio. Su vaticinio de inflación se sitúa ahora en el 0,1 % para este año -dos décimas menos- y en el 1,1 % para el próximo. Y eso que, a pesar de que la inquietud generada por la situación en China y la desaceleración de los emergentes, no se refleja por ahora en la actividad económica de la zona euro (medida por el índice PMI, de gestores de compras), que registró en agosto su crecimiento más fuerte de los últimos cuatro años. Lo que significa que el PIB de la región está creciendo a una tasa cercana al 0,4 % en este tercer trimestre, un ritmo de expansión sólido, aunque poco espectacular.

Tipos en mínimos históricos

Por lo demás, nadie esperaba ayer que el BCE decidiese cambio alguno en el rumbo de su política monetaria. Y menos aún que tocase los tipos de interés. Y así fue. El precio oficial del dinero sigue anclado en el mínimo histórico del 0,05 %, donde la autoridad monetaria lo colocó hace ahora justo un año.

En cualquier caso, la declaración de Draghi, asegurando que está dispuesto a poner toda la carne en el asador para evitar que la recuperación se venga abajo, dio un respiro a las bolsas.