Francisco Conde: «Estamos poniendo a Galicia en el mapa mundial de la aeronáutica»

Rubén Santamarta Vicente
RUBÉN SANTAMARTA REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Conde sostiene que Galicia «no puede quedar fuera de la nueva revolución industrial».
Conde sostiene que Galicia «no puede quedar fuera de la nueva revolución industrial». Álvaro Ballesteros

Cree que, junto a biotecnología y biomasa, es el sector con más potencial

23 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En unas semanas, la Xunta presentará los últimos presupuestos de la legislatura, unas cuentas que, anticipa Francisco Conde, «volverán a blindar los servicios básicos esenciales: sanidad, educación y servicios sociales». Y en los que «habrá margen para apuestas por políticas expansivas». «Van a ser clave para la recuperación económica», valora. En esas cuentas, la consellería que dirige desde finales del 2012 profundizará en eso que ha dado en llamar insistentemente la Industria 4.0.

-¿Y eso qué es exactamente?

-Galicia no se puede quedar fuera de la nueva revolución industrial. Significa que de la automatización de los últimos años pasamos ahora a una mayor robotización y producción industrial conectada a la logística, a la eficiencia, a las nuevas tecnologías... Eso es. Es una apuesta por mejorar los procesos de producción. Menos deficiencias y menos fallos en procesos de producción. Eso requiere que nuestro tejido productivo esté a la altura. La competitividad ahora no viene por la tecnología, que la compras y la instalas donde quieres, sino por cómo la utilizas. En los presupuestos habrá ayudas al tejido productivo para introducir y desarrollar nuevas tecnologías, para la implantación de las TIC, sobre todo en las pymes, y para ayudas a formación para manejarse en este escenario.

-Llevan tiempo con esa apuesta. ¿Dónde lo están viendo ya?

-Sobre todo en la automoción, en el naval y en el agroalimentario. También en el aeronáutico, que será un sector importante.

-Ya que habla de sectores. ¿Cuáles tienen más capacidad de desarrollo en próximos años?

-La apuesta política pasa por consolidar primero los sectores maduros en Galicia, los que he citado antes y textil, granito... Y luego apoyar a otros con más potencial, que son la aeronáutica, centrado en el proyecto de Rozas; la biomasa y la biotecnología. Galicia tiene ahí un gran potencial y puede dar un gran salto.

-Llama la atención que no cite el eólico...

-Bueno, forma parte de nuestras políticas, pero de unas políticas realistas, por la reforma a nivel nacional. A ese sector nosotros lo hemos ido acompañando para que Galicia pueda recuperar el liderazgo, y todos los cambios que hemos introducido han sido para acomodar el sector al nuevo contexto nacional. Galicia está en disposición de poder reactivarlo con un concurso [el eólico de la anterior legislatura] en el que 4 de cada 5 megavatios siguen su tramitación, y además pueden optar a los 500 megavatios [con prima] que pondrá a disposición el Gobierno.

-No lo da por muerto.

-Para nada.

-Pero ha pasado de tener un enorme potencial a estar desaparecido.

-Hay una estrategia europea de incentivo a las energías renovables, en las que participará España. Estamos trabajando con toda la intensidad con el sector, con la planificación 2015-2020, desarrollando las líneas de evacuación, también para adecuar la normativa en temas de avales, y la repotenciación del sector. Y tenemos unas características de viento que hacen que este mercado tenga una situación de partida óptima para recuperar el liderazgo en España, que va a venir marcada por la política del Gobierno, con ese mensaje de los 500 megavatios, y por la recuperación económica.

-En cambio, da la sensación de que la Xunta apuesta como nunca por una pulga: la aeronáutica. ¿Tanto desarrollo le ven?

-Es una apuesta por la que llevamos trabajando mucho tiempo, el desarrollo de aviones no tripulados tiene un enorme recorrido en los próximos años. Prueba de ese interés es la respuesta de las principales empresas aeronáuticas por ese proyecto de aviones no tripulados en Rozas. Hay nueve empresas que han acreditado su solvencia y han planteado presentarse a la licitación. Y estamos hablando de las principales del sector: de Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Israel... Galicia ha hecho una apuesta por este sector y hemos situado a nuestro sector aeronáutico en el mapa internacional. Es una apuesta de país, por la industria, la diversificación y la creación de empleo.

-¿Y no teme que esto acabe en un fiasco, como el de Mitsubishi en Salvaterra, el de los coches eléctricos en Ourense...? ¿Que se generen expectativas que no fructifiquen?

-En la propia licitación marcamos unas condiciones muy claras, con unas condiciones mínimas. Planteamos a la industria un contrato de hasta 25 millones de euros [que pone la Xunta], pero pedimos a la industria tres cosas: un proyecto concreto que se desarrolle en Galicia; que ese desarrollo se haga vinculado al tejido productivo, para que tenga impacto en pymes, en la universidad... Y que el socio industrial también aporte recursos que se sumen a esos 25 millones de euros públicos. Para que una vez que el socio asuma esto, no tenga vuelta atrás.

-¿Riesgo de fiasco cero?

-No. La primera respuesta ha sido muy positiva. A partir del 3 de septiembre, y hasta diciembre, podremos identificar con esos socios cómo se responde a esos criterios y qué propuesta industrial se ajusta a esas características. Si no somos capaces, la Xunta no firmará ese contrato. Pero Galicia no va a renunciar a esta apuesta por un sector con un gran potencial, al que le falta el polo industrial y el desarrollo de su I+D. Y además tiene un punto de reequilibrio territorial, por poner ese polo industrial en Lugo, conectado con Ourense y Vigo.

-¿Nos olvidamos del lácteo? ¿Seguirá siendo estratégico en 10 años?

- Para nosotros el lácteo es estratégico y vertebrador, desde el punto de vista económico y social. No solo le vemos futuro, sino que vemos una industria imprescindible para Galicia.

«La implicación de Pemex en Galicia no tiene duda, esa alianza se reforzará»

Conde fue, antes incluso de ser responsable de Industria, uno de los actores clave, como asesor de Feijoo, en el desembarco de la petrolera Pemex en Galicia. Hace cuatro años, la expectativas eran máximas; ahora se están desinflando. El conselleiro, sin embargo, no comparte esa visión.

-¿No cree que se ha frustrado todo lo que iban a hacer?

-No. Desde que empezamos a trabajar en apoyar al naval en su recuperación, cuando había mucha dificultad, entre los años 2011 y 2012, encontramos en Pemex un aliado muy importante. Y es un aliado que dio un paso relevante al asumir el 51 % de Barreras y al implicarse en el desarrollo del sector. La botadura de los floteles [para finales de este mes uno, y en septiembre otro] es lo más evidente. A partir de ahí, seguimos trabajando con ellos, y creo que hay que mandar un mensaje de agradecimiento a Pemex, por ese compromiso, y un mensaje de confianza para seguir trabajando de cara al futuro, con la participación de la cuarta petrolera mundial.

-¿Y si vende su parte en Barreras y se va sin más? ¿Fiasco?

-No procede valorar un escenario que no está planteado. Todo lo contrario, la implicación de Pemex no tiene duda, e independientemente del contexto internacional, no debe generar dudas sobre ello. La alianza de Galicia y Pemex ha permitido recuperar el naval, y confiamos en que se reforzará esa alianza.

-¿En forma de nuevos pedidos?

-Barreras, y Pemex, están trabajando de forma intensa en ello, aunque sabemos de la dificultad del contexto internacional. No hay duda de la implicación.

-¿Los empresarios gallegos ya no se le quejan de que los bancos no dan dinero?

-Ha dejado de ser uno de los problemas estructurales. Los empresarios saben que cuentan con un sistema financiero que se está recuperando. El sector financiero ha dado un giro importante. Ahora se pone el énfasis en que el proyecto sea solvente.

-Habla siempre de proyectos a largo plazo. ¿Se ve de conselleiro cuatro años más?

-[Silencio y risa] Yo me veo respondiendo a esta entrevista, en un acto en Boiro hoy [por el jueves]... Sinceramente tenemos una labor que nos ha marcado esta legislatura el presidente. Y después vendrá una nueva legislatura.