Pensiones versus devaluación salarial

ECONOMÍA

18 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un sistema contributivo como el nuestro se baja en un principio: son las cotizaciones de los que ahora trabajan las que pagan las pensiones. Este sistema -el mejor y el más sólido- solo se desequilibra cuando los ingresos por cotizaciones son inferiores a los pagos por pensiones de forma estructural y significativa. Dejando ahora a un lado el resto de variables, un elemento fundamental es la cuantía tanto de lo que se cotiza como de la pensión. Y con salarios de 800 euros no se pueden pagar pensiones de más de 1.000 euros. La pensión media en Galicia está en 848 euros, pero la media de los que se jubilan ahora es de 1.160. Son estos los empezaron a trabajar terminada la dictadura y sus salarios, y por lo tanto sus bases de cotización, crecieron de forma significativa. Si no se producen nuevos recortes, este proceso de incremento se extenderá varias décadas, algo bueno en sí mismo pero que se enfrenta a un problema: esas pensiones crecientes hay que pagarlas con salarios menguantes, que debilitan la sostenibilidad del sistema.

Una persona con un salario bruto de 2.000 euros mensuales (1.600 netos) cotiza a la Seguridad Social cerca de 800, y por lo tanto con un cotizante y medio se pueden pagar la pensión de los que se van jubilando. Pero si el salario es de 1.000, la cotización es la mitad, y por lo tanto hacen falta tres cotizantes por cada nuevo pensionista. Ahora bien, la dinámica demográfica del país hace imposible que el equilibrio entre ingresos y gastos se alcance mejorando la ratio entre ocupados y jubilados. El equilibrio solo se podrá conseguir con el aumento de los salarios y de las cotizaciones. Por eso es tan grave la devaluación salarial que sufrimos: un problema para los que trabajan pero también para la sostenibilidad del bienestar en general y de las pensiones en particular.