La crisis del sector lácteo encalla sin que Agricultura aporte nuevas soluciones

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

VÍTOR MEJUTO

Feijoo reúne a toda la cadena de valor para visualizar que es un problema de país

06 ago 2015 . Actualizado a las 19:18 h.

Galicia, primera comunidad productora de leche del Estado, vive una de las peores crisis de precios que recuerda su sector, y transcurridos apenas cuatro meses desde la finalización de las cuotas. Un tercio de sus granjas, con contratos que les pagan menos de 27 céntimos el litro, ven amenazada su viabilidad a corto plazo. Y el tiempo pasa sin que se logren avances significativos para detener la hemorragia. Feijoo reunió ayer en Santiago, por vez primera, a toda la cadena de valor (productores, industrias y distribución) con el Gobierno central. Y después de más tres horas de reunión, el encuentro se saldó sin más soluciones que las ya propuestas por la Administración autonómica: varias líneas de ayudas para mejorar la liquidez de las granjas y una inversión en el sector de 500 millones de euros hasta el 2020 con fondos europeos. Incluso ayer anunció un paquete de medidas fiscales que contribuyan a promover proyectos empresariales en el rural. Sin embargo, la pelota está ahora en el tejado de Madrid, en el Ministerio de Agricultura.

Francia, un país que a diferencia de España se distingue por su cohesión de toda la cadena de valor, acaba de adoptar un acuerdo según el cual la distribución subirá cuatro céntimos el precio del litro de leche en lineal de venta. Un incremento que repercutirá a todos los eslabones: productores e industrias. Es una de las ideas que ayer trasladaron los productores. Carlos Cabanas, secretario general de Agricultura, presente en la reunión, recordó que sobre esta propuesta ya se elevó una consulta a las autoridades españolas de Competencia y a Bruselas. Y, dijo, todo apunta a que esa vía, usada por los franceses, contraviene la normativa, lo que podría acarrear después una multa al sector.

Los precedentes

Sin embargo, la cadena de valor de la leche gala ya acordó una subida de dos céntimos en el 2011, sin que hasta ahora haya sido sancionada. Y ayer, al final de la reunión, el propio Feijoo preguntó a Carlos Cabanas por qué Francia podía utilizar esta herramienta, siendo un país excedentario, y por qué España, siendo deficitario, no exploraba esta misma vía.

Al margen de esta cuestión, la segunda propuesta del sector ganadero al Gobierno central tampoco se ha concretado en ninguna iniciativa por parte de Madrid. Los ganaderos plantean una retirada de 40 millones de toneladas de leche del mercado -similar a la efectuada en febrero para ayuda humanitaria -, pero desde el Ministerio de Agricultura ya han apuntado que habrá que estudiar los pros y los contras de una iniciativa que carecería ahora de base legal y que podría tener efectos negativos.

El resultado es que la primera gran cumbre sectorial en Galicia para abordar una situación muy grave concluyó con un llamamiento de la Xunta y del Gobierno central para que la industria y la distribución adopten compromisos en firme. El próximo día 18 de agosto volverá a reunirse la Interprofesional Láctea en Madrid (mesa sectorial).

«Esperamos qué compromisos nos va a trasladar la industria y la distribución para buscar soluciones a un problema que no es gallego, sino nacional y europeo», subrayó ayer Carlos Cabanas al término de la reunión.

Mientras el sector productor continúa con su calendario de movilizaciones - hoy está prevista una tractorada en Chantada-, Madrid apela al entendimiento entre los eslabones de la cadena. Pero sobre la mesa siguen sin resolverse problemas determinantes: el paquete lácteo, la normativa que obliga a firmar contratos entre productores e industrias con un año mínimo de duración, sigue sin cumplirse y no es del agrado de las industrias.

Parte de la gran distribución no acudió a la cumbre impulsada por la Xunta

La grave crisis que sacude el sector lácteo gallego tiene que ver con razones de mercado. Pero en su mayor impacto en Galicia juegan también otros factores. Algunos de ellos previamente advertidos, mucho antes de que finalizaran las cuotas. La industria láctea no se ha modernizado para incrementar su capacidad de transformación e incluso generar productos de valor añadido; los productores, a diferencia de lo que ocurre en otros grandes países europeos de tradición cooperativa, han avanzado poco en la organización y la asociación; la Administración gallega apenas ha avanzado en las últimas décadas en la resolución de los problemas de la estructura minifundista de la propiedad, lo que habría permitido a las explotaciones ganar base territorial y reducir costes; y por último, los agentes de la cadena de valor han actuado siempre con visión de parte sin una estrategia de conjunto.

Este es, ahora, uno de los principales problemas para adoptar soluciones a medio plazo. Junto a los representantes del Gobierno gallego, de la Administración central y del sector productor, estuvieron presentes en la cumbre de Santiago las industrias. Acudió el dueño de Leche Río, Jesús Lence, y representantes de Lactogal, Lactalis, Feiraco, Corporación Alimentaria Peñasanta, Reny Picot y Nestlé. Por parte de la distribución alimentaria acudieron a la cumbre Eroski, Gadisa, Mercadona, Froiz y Carrefour, pero faltaron compañías muy relevantes en tamaño y en cuota de mercado -y, por tanto, con impacto en los precios- como Lidl, Alcampo o Día.

Litros de oferta

En la mayoría de los lineales de venta, pese a los compromisos expresados por las cadenas con los poderes públicos, pueden observarse ofertas en el cartón de leche en las que el precio está por debajo de 0,56 céntimos de euro, es decir, más barata que un litro de agua mineral o de Coca Cola. Los ganaderos reclaman un régimen estricto de sanciones para erradicar estas prácticas.

El Gobierno central, en aras de concluir con las estrategias que mantienen la leche como producto reclamo, ha anunciado un trabajo conjunto con la Xunta para promover el consumo de leche de calidad, cien por cien gallega, y una campaña con las autoridades de Educación para fomentar el consumo entre la población escolar.