Productores fotovoltaicos e Industria se enfrentan por el «impuesto al sol»

La Voz MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

MIGUEL VILLAR

En algunos centros de Ikea en el Reino Unido se pueden comprar placas solares para aprovechar las pocas horas de sol del país británico y obtener energía negativa. Es decir, un aparato que en vez de gastar luz, la proporciona

19 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En algunos centros de Ikea en el Reino Unido se pueden comprar placas solares para aprovechar las pocas horas de sol del país británico y obtener energía negativa. Es decir, un aparato que, en vez de gastar luz, la proporciona para usar la lavadora, la calefacción o la vitrocerámica. En España, este tipo de aparatos no están disponibles. Y quienes quieran valerse de la intensidad solar que se registra en épocas como esta, aún no tienen claro cuánto deben pagar por utilizarlos como centrales de autoconsumo. Mientras se tramita el decreto que regulará esta generación energética particular se están perdiendo miles de minutos de sol que servirían para que el país ahorrase en transporte de electricidad, reducir el precio de la luz en horas punta o recortar las emisiones de dióxido de carbono.

Son argumentos que esgrimen los productores fotovoltaicos para defender una regulación que, frente a lo que se está estudiando, «impedirá el desarrollo de esta forma de ahorro y eficiencia energética», indica José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (Unef). «Quieren que paguemos un impuesto al sol», critica. Pero el ministro de Industria, José Manuel Soria, parte de una premisa antagónica: quienes opten por el autoconsumo y quieran estar conectados a la red, tanto para venderle energía o tomar electricidad cuando lo necesiten porque sus placas solares no obtienen la potencia necesaria para consumo, tienen que pagar esa seguridad. «Si no lo hacen, estaríamos ante un free rider: que consume a costa de lo que pagan los demás españoles».