De Guindos: «A España le van a ofrecer un puesto tan o más importante que la presidencia del Eurogrupo»

Ana Balseiro
a. balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

OLIVIER HOSLET | EFE

El ninguneo al ministro de Economía en Bruselas desata una bronca política entre el Gobierno y la oposición

15 jul 2015 . Actualizado a las 08:15 h.

Hace prácticamente un mes, el 16 de junio en Santander, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se mostraba seguro de que España presidiría el Eurogrupo y argumentaba que era «mejor» un presidente «de un país que superó el colapso que uno de triple A», dadas las complejas circunstancias actuales. Pero el lunes sus pares le dieron la espalda y revalidaron al holandés Jeroen Dijsselbloem, lo que ayer desató una auténtica bronca entre defensores y detractores de la campaña del ministro y de lo que su derrota -leída de forma contrapuesta por unos y otros- supone para España: la cuarta economía del continente, condenada a la irrelevancia institucional.

El PP cerró filas. Al tiempo que defendió los logros de De Guindos frente a la pertinaz crisis, negándose a hablar de «fracaso», acusó al PSOE de haber torpedeado su candidatura. «Desde el primer momento Pedro Sánchez ha estado intentando boicotear este nombramiento, como ya lo hizo con Arias Cañete», así se pronunció el portavoz de los populares en el Congreso, Rafael Hernando, que en un florido exceso aseguró que el PSOE hubiera preferido para el puesto al exministro griego Yanis Varoufakis.

Sin llegar a ese extremo, también la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría aseguró que en la elección de Dijsselbloem han primado criterios ideológicos, ya que la mayoría de los países del Eurogrupo son de corte socialdemócrata, como el holandés. En cualquier caso, defendió haber dado «la batalla» y puso en valor las reformas. «Quizá De Guindos no haya sido presidente del Eurogrupo, pero ha evitado que los señores de la troika vengan a España a gestionar un rescate», sentenció.

«Carcajadas en el Peloponeso»

El contrapunto optimista sin paliativos lo puso el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que no solo no consideró un «fracaso» lo ocurrido con De Guindos, si no que además aseguró que a España le van a ofrecer «un puesto tan importante o más» que la presidencia del Eurogrupo. «Si en el 2011 hubiésemos dicho que aspirábamos a presidir el Eurogrupo, las carcajadas se hubiesen oído en el Peloponeso», aseveró.

Las dosis de apoyo y lustre que el ministro recibió de sus compañeros de Gobierno las rebajaron las duras críticas de la oposición, que -en mayor o menor grado- hicieron a Rajoy responsable de su fracaso en Bruselas.

Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso, acusó al presidente del Gobierno de ser «irrelevante» en Europa, aunque De Guindos también tuvo su cucharada de aceite de ricino por haber estado meses presumiendo y vender «la piel del oso antes de cazarlo», crítica compartida por otros grupos de la oposición.

«España tuvo un sitio importante en el FMI y el señor Rato salió corriendo, tuvimos un puesto en el BCE y ya no lo tenemos, tuvimos una vicepresidencia de la Comisión y ahora solo una comisaría, y ahora íbamos a tener la presidencia del Eurogrupo y no tenemos nada. El saldo de Mariano Rajoy en la UE está en números rojos», resumió.