Del garrafal error de Chipre al éxito en la gestión de la enésima crisis griega

La Voz

ECONOMÍA

STEPHANIE LECOCQ | EFE

Dijsselbloem sustituyó en el cargo al veterano ex primer ministro de Luxemburgo y actual presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker

14 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Dijsselbloem sustituyó en el cargo al veterano ex primer ministro de Luxemburgo y actual presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, quien había encabezado el Eurogrupo durante casi una década, entre el 2004 y el 2013. A su favor, el político holandés -cuyo nombre completo es Jeroen René Victor Anton Dijsselbloem- contaba con que su país mantenía entonces la codiciada nota crediticia de máxima calidad triple. Desde el principio, adoptó un estilo muy diferente al de su predecesor, conocido por sus chistes en las ruedas de prensa, el empleo de un lenguaje menos directo y por ser un maestro de las negociaciones entre bambalinas e innumerables reuniones nocturnas, sobre todo durante lo peor de la crisis. Dijsselbloem no las suele alargar casi nunca. Las ha adelantado y las acaba antes.

Con Juncker tiene una relación cordial, pero también en algunos momentos tensa, sobre todo cuando el año pasado lo calificó de «fumador y bebedor inveterado» en un programa humorístico holandés.

Su gestión de la enésima crisis griega ha servido para borrar el que se considera el mayor error del holandés. Fue al poco de asumir la presidencia. En una dramática sesión nocturna en marzo del 2013 sobre el rescate de Chipre. Bajo su batuta, el Eurogrupo decidió en un primer momento gravar los depósitos de menos de 100.000 euros. Garrafal equivocación que luego hubo que enmendar.