Adolfo Domínguez rebaja el ERE hasta 105 empleados y consigue un preacuerdo

raquel iglesias OURENSE / LA VOZ

ECONOMÍA

ana fernández

La última palabra la tendrán los trabajadores, que decidirán el lunes en un referendo si apoyan las condiciones

13 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El tiempo para la negociación ya se ha agotado. Los representantes de los trabajadores de Adolfo Domínguez -a excepción de los del sindicato CIG- y la empresa llegaron ayer a un preacuerdo después de que la compañía textil accediese a reducir en casi cuarenta empleados los afectados por el expediente de regulación de empleo en la planta ourensana y aumentara las indemnizaciones. En concreto, aquellos que deseen acogerse a una baja voluntaria cobrarían 35 días sin límite de mensualidades y los que estén en la lista, 30 días hasta 24 meses. También se logró el compromiso de la compañía de no llevar a cabo más despidos en un plazo de dos años. Con todo, con esta medida serían 105 las personas afectadas, lo que supondría igualmente el desmantelamiento de su sede en el polígono de San Cibrao.

La decisión final estará en manos de los trabajadores, que se reunirán el lunes para decidir en un referendo si aceptan las condiciones. Cabe recordar que la propuesta inicial de la empresa fue indemnizar a los empleados despedidos con 25 días por año trabajado y 14 mensualidades. Con el paso de los días se fueron produciendo movimientos por parte de la firma, si bien estos no han conseguido convencer a la CIG. «Esta medida supón un novo paso para o desmantelamento da fábrica de Ourense coa deslocalización, externalización e traslado de varias seccións de produción», señalaron desde el sindicato.

Súplica a Feijoo

El polígono de San Cibrao, en el que se emplaza la sede de Adolfo Domínguez, recibió ayer la visita del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, que llegó a las instalaciones de la empresa CIE-Galfor para inaugurar su quinta línea de producción de cigüeñales. Un grupo de trabajadores de Adolfo Domínguez se desplazó hasta la puerta de esta empresa con una pancarta para mostrar su rechazo al ERE y solicitar la ayuda de la Administración autonómica. Una vez que finalizaron los discursos, varios representantes sindicales hicieron de mediadores para pedir a Feijoo que tomara cartas en el asunto y evitase los despidos. El presidente de la Xunta les aseguró que estaban trabajando en ello y ante las acusaciones de haber subvencionado los despidos que ahora acometerá Adolfo Domínguez contestó: «Yo no soy el responsable ni de la buena gestión de las empresas ni de la mala. Podemos poner todo el dinero del mundo, que si los directivos no lo saben gestionar no hacemos nada». Feijoo accedió a llevarse una chapa en la que se reivindicaba la permanencia de la sede de la compañía textil en Ourense.

Aunque los empleados planearon una huelga para el lunes, esta se suspendió por un defecto de forma en la solicitud.