Un chuletón que vale millones de dólares

victoria toro CORRESPONSAL / NUEVA YORK

ECONOMÍA

LUCAS JACKSON | REUTERS

El multimillonario inversor Warren Buffett un día cada año se come este manjar con un desconocido que se impone en una puja abierta

06 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Oráculo de Omaha, que es como se conoce al multimillonario inversor Warren Buffett en Estados Unidos, es muy aficionado a los chuletones. A sus 84 años, el financiero acude varios días a la semana a comer a su restaurante favorito en su ciudad, Omaha. Siempre pide lo mismo, chuletón. Y un día cada año, desde hace quince, se come ese manjar con un desconocido. Eso sí, un desconocido al que la comida le cuesta cientos de miles de dólares o hasta varios millones.

Buffett es tan famoso en su país por su actividad financiera como por su dedicación filantrópica. Como su amigo Bill Gates ha destinado la mayor parte de su enorme fortuna -que hasta hace tres días cuando le sobrepasó Amancio Ortega era la segunda mayor del mundo- a obras de caridad. Y esta del almuerzo es una más de ellas. Desde hace quince años Buffett subasta, a través de la página web eBay, una comida con él. De esa manera ha recaudado ya 17,5 millones de dólares, a los que se sumarán los del 2015.

La puja de este año comenzó el domingo por la noche. El precio de salida de la comida fueron 25.000 dólares que pronto quedaron atrás. Ayer, al cierre de esta edición y pocas horas antes de que acabara, se habían alcanzado ya los 1,6 millones de dólares. Y se esperaba que pudiera llegar al récord del 2012 cuando una persona anónima pagó 3.456.789 dólares. El año pasado, el que se llevó la comida con el financiero pagó 2.166.766.

La persona que realice la oferta más alta ganará la posibilidad de disfrutar de un almuerzo con Warren Buffett. Esa comida tiene algunas reglas, durará tres horas y en ella el afortunado ganador de la subasta puede hablar con Warren Buffett de lo que quiera excepto preguntarle cuáles van a ser sus inversiones futuras. Durante los primeros años, la comida se celebraba en uno de los más famosos restaurantes de carne de Nueva York, pero en los últimos han tenido lugar en el mismo restaurante de Omaha al que el inversor acude todas las semanas.

Las ganancias se destinan íntegramente a una ONG de San Francisco que se dedica a ayudar a personas sin hogar.

Buffet asegura haberse hecho amigo de varios de los ganadores de la subasta y a otro lo acabó contratando para que trabajara en su compañía.