El escándalo estalló al difundirse conversaciones telefónicas de directivos de la compañía que buscaban presionar al gobierno para aumentar unos peajes
28 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, aseguró ayer sentirse avergonzado por la actuación de uno de los exdirectivos de la filial mexicana del grupo, Pablo Wallentin, quien dimitió hace semanas tras destaparse un presunto fraude. «Se volvió loco. ¿Quién va a intentar comprar a un juez? [...] Estoy avergonzado y lo lamento infinitamente», dijo en rueda de prensa.
El escándalo estalló al difundirse conversaciones telefónicas de directivos de la compañía que presuntamente buscaban presionar al gobierno del Estado de México para aumentar el peaje del Viaducto del Bicentenario, una autopista proyectada en Ciudad de México. Esta semana, salieron a la luz nuevas grabaciones de llamadas en las que Wallentin, hasta hace unas semanas jefe de gabinete de OHL México, y Gerardo Fernández, director jurídico de la filial, hablaban de un supuesto soborno a «magistrados» mexicanos.
El presidente de OHL insistió ayer en que se trata de una «campaña de difamaciones lamentable e impropia de un país desarrollado como México» e insistió en que las llamadas fueron «ilegalmente interferidas» y manipuladas.