La brecha salarial se agranda un 25 % en Galicia tras siete años de crisis

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Las rentas con mayores ingresos ganan ahora cuatro veces más que las bajas

24 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La desigualdad, un problema estructural que ya estaba en la base de la sociedad española, se ha disparado con la crisis. El paro, los recortes en las prestaciones públicas, la devaluación salarial y la proliferación del empleo precario en el inicio de la recuperación explican esta profunda huella que ha dejado la más larga recesión desde la democracia. Un reto mayúsculo al que se enfrenta a corto plazo la sociedad española, y que no será fácil de contrarrestar. Los ricos son cada vez más ricos. Y los pobres, cada vez más pobres.

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) en los que se analizan los salarios por deciles muestran esta realidad de forma inequívoca. En el año 2007 en Galicia, la diferencia entre la media de los tres tramos peor remunerados (806 euros brutos mensuales) y los tres mejor pagados (2.767 euros) era de 1.961 euros. Seis años después, en el 2013, la distancia se eleva a 2.458 euros. Es decir, que a lo largo de la crisis, la brecha salarial entre los más pobres y los más ricos ha crecido un 25 % en la comunidad gallega. En el 2007, los salarios de los tres grupos más elevados eran 3,4 veces más altos que los de los tres más bajos. En el 2013, tras siete años de crisis, esa diferencia ha subido a 4,1. Mientras los tramos más bajos de la escala salarial ganan cada vez menos, los más altos tienen mayores ganancias.

Para entender por qué en España y en Galicia hay cada vez más desigualdad social es determinante analizar el impacto que ha desempeñado la reforma laboral. Un marco legal aprobado a finales del 2012 que ha acentuado la devaluación de sueldos y que ha afectado a la gran parte de la población asalariada. Un modelo no solo pensado para el contexto recesivo sino concebido como modelo para el futuro.

El resultado es que España, según datos de Eurostat, es el país donde más ha crecido la desigualdad. En el año 2007, la renta del 10 % más rico de la población española fue 9,8 veces mayor que la obtenida por el 10 % más pobre. Una diferencia que se dispara hasta 12,9 veces en el 2013, debido al aumento en un 4?% de la porción de la renta obtenida por los más ricos y a una reducción del 21 % de la renta de los más pobres. Así se recoge en un reciente informe sobre desigualdad que ha publicado el gabinete económico de Comisiones Obreras y que está elaborado por Carlos Martín Urriza, Luis Zarapuz y Manuel Lago Peñas. Un trabajo en el que también se alerta de que la precariedad laboral reinante en el inicio de la recuperación impide que se sienten las bases para que se puedan ir progresivamente reduciendo la desigualdad. Y en el que se advierte de que el actual marco normativo de relaciones laborales impide que los trabajadores participen en la prosperidad futura de las empresas. Los diferentes datos que ofrecen ahora las fuentes estadísticas dan cuenta de una coyuntura en la que se ha extendido el fenómeno de la llamada pobreza laboral, que afecta en mucha mayor medida a los asalariados a media jornada y con contrato temporal. Las personas que trabajan a tiempo parcial tienen una tasa de riesgo de pobreza laboral del 18,7 %, más del doble de las que lo hacen a jornada completa.