De hecho, estos impagos hicieron que Repsol tuviese que asumir de forma sobrevenida ese mismo año un 5,38 % de YPF, que elevó al 11,38 % su participación tras la expropiación del 51 %. Esta posición permitió a la compañía española mantenerse en el consejo de administración de YPF, hasta su salida definitiva hace más de un año.
El Grupo Petersen explica que, tras la toma de control de YPF por parte del Estado argentino, Petersen Energía y Petersen Energía Inversora «procedieron a desprenderse de la totalidad de las acciones que mantenían de dicha compañía en garantía de los préstamos recibidos para su adquisición, razón por la cual desde ese momento no poseen ninguna tenencia accionaria en YPF».