El Banco de España apremia a las entidades a una nueva oleada de cierres de oficinas

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Recuerda hay un «elevado número de pequeñas sucursales» pese al reciente ajuste que en Galicia provocó 800 clausuras

07 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El brutal ajuste de oficinas (14.000 sucursales menos) y plantilla (60.000 trabajadores menos) en la banca española durante los últimos seis años no parece suficiente aún para el regulador. En su último informe de estabilidad financiera, el Banco de España abre una reflexión que, viniendo de quien viene, se puede tomar como un aviso. Dice la institución que gobierna Luis María Linde que la red bancaria que aún tiene el país es susceptible de ser recortada más.

Su diagnóstico es claro: sigue habiendo mucha oficina por habitante, y estas son pequeñas, con pocos empleados. «Aunque la brecha con otros países europeos se ha reducido notablemente [...] el sistema bancario español es el que todavía tiene más oficinas por habitante», apunta. Es el triple, por ejemplo, que en Holanda, el Reino Unido, Irlanda, Grecia o Bélgica. «En términos de empleados y activos por oficina, pese al leve aumento en los últimos años (reflejo de que la disminución en el número de oficinas ha sido superior al descenso en el número de empleados y a la reducción de balance), España ocupa los últimos lugares», continúa.

Cree el Banco de España que un entorno «de tipos de interés muy bajos, que presiona sustancialmente a la baja los márgenes, junto con un nivel de actividad bancaria todavía contrayéndose, va a obligar a los bancos españoles a seguir reflexionando sobre el papel que juegan las oficinas en su estrategia de negocio». El último que ha hecho esa «reflexión» ha sido el BBVA, que esta semana justificó el relevo de su números dos y su fuerte reorganización interna para dar impulso a la banca digital en detrimento de los entornos físicos. También Abanca ha insistido en que este año una de sus máximas es profundizar en el negocio on line.

Ante ello, el supervisor cree que las entidades tienen margen para «seguir aumentando la eficiencia». Que es lo mismo que decir que ha de abrirse una nueva oleada de cierres.

Por ahora, ninguna entidad ha avanzado que entre sus planes se contemple un replanteamiento de su estructura. De llevarse a cabo supondría dejar la red gallega en su esqueleto. Porque con poco más de 1.700 sucursales ha sufrido el mayor ajuste de España: ha perdido un tercio de su red, hasta quedar en niveles del año 1979. Ha tenido mucho que ver la fusión de las cajas gallegas (año 2010), la venta del Pastor (2011) y la subasta del Banco Gallego (2013). Esto ha llevado a que los niveles de penetración por habitante queden como en Madrid o en Cataluña (una oficina para 1.500 habitantes de media), territorios con una menor dispersión poblacional. Antes de la reestructuración financiera, la comunidad estaba entre las que mayor red por vecino tenían.

El informe del supervisor llama la atención también sobre el aumento de los activos adjudicados a la banca (sobre todo inmobiliarios) para pagar una deuda, que siguen subiendo. Suman ahora 83.409 millones. Un 40 % de ellos corresponden a solares sin ocupación alguna.