España gana músculo, pero todavía es 29.200 millones más pobre que antes de la crisis

a. l. BRUSELAS / COLPISA

ECONOMÍA

Cerró el año pasado con el segundo déficit más abultado de toda la UE

22 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La radiografía macroeconómica publicada ayer por Eurostat da lugar a varias lecturas y todas, las positivas y las negativas (las más), ya conocidas. Se confirma que el nuevo alumno ejemplar de la Europa posrescates, España, vuelve a ganar músculo y que, ya inmersos en el octavo año de la crisis, la luz al final de túnel brilla con una fuerza inusitada. Lo dicen Bruselas, el BCE, el FMI y lo refrendan los datos, los macro, porque la economía real aún espera la buena nueva.

Pero hay luz, ya no hay duda. Sin embargo, el peaje pagado ha sido enorme, como evidencia que, pese a la recuperación, la cuarta potencia del euro sigue siendo 29.280 millones más pobre que en el 2008, cuando se batieron todos los récords macroeconómicos de la España del milagro, la del ladrillo, la del exceso. Durante el pasado año, la riqueza nacional nominal cerró en 1,058 billones, 7.300 millones más que el año anterior pero muy lejos de los 1,087 billones del 2008. Lo positivo es que España supera en 5.000 millones los guarismos del 2007, cuando la fiesta ya tocaba a su fin. Una cifra que, sin embargo, no oculta que el país ha sido la única gran potencia que ha sufrido un empobrecimiento en términos de PIB. Ni Alemania, ni Francia, ni Italia, ni el Reino Unido, ni Holanda... Ningún gran país es más pobre ahora que antes de la crisis.

Y esa es, precisamente, una de las muchas claves de la recuperación: cuando está en el fondo y el enfermo tiene potencial, la única opción es salir, emerger y recuperar parte del terreno perdido a tal velocidad que todos te señalan como el ejemplo a seguir. Y en Bruselas, matices al margen, España lo es. Su vaso solo se ve medio lleno en todos los parámetros. Por ejemplo, Eurostat confirmó que Hacienda cumplió en el 2014 con el objetivo de déficit del 5,8%, rebajándolo incluso una décima. Sin embargo, este porcentaje revela que el país gastó 61.391 millones más de lo que fue capaz de ingresar. Un desfase que en términos de PIB es el segundo peor de la UE, solo superado por el rescatado Chipre.