Leche Celta da marcha atrás y mantendrá el reparto para los camioneros gallegos

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Lo decidió después de que setenta transportistas paralizaran la actividad en el polígono de Meira, donde la firma tiene una planta

02 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La entrada de operadores foráneos de logística para hacerse con la distribución de mercancía de la industria gallega con una agresiva política de precios ya ha desencadenado el primer conflicto en la comunidad. Pero con un desenlace favorable a los camioneros locales. Los setenta transportistas que ayer paralizaron la actividad en el polígono de Meira (Lugo), donde la industria láctea de capital portugués tiene una de sus plantas, lograron mantener durante la tarde una reunión con la dirección de Celta. Tras más de cuatro horas de encuentro, los distribuidores de mercancía gallegos lograron el compromiso de la empresa de continuar con el reparto de la leche. En principio, Celta quería darle el servicio al grupo Carreras, con sede en Zaragoza aunque deslocalizado fiscalmente en el extranjero. Pero ha decidido dar marcha atrás tras este primer conflicto claro por esta situación en el transporte.

Los 70 camiones que movían diariamente la mercancía continuarán con sus trabajos hasta final de año, casi en las mismas condiciones. Se reduce un 1 % el precio del carburante, y volverán a negociar con la dirección de la empresa a finales de este ejercicio. De las instalaciones de Celta no salió ayer ni un solo cartón de leche para el reparto. Núñez e Gollanes, Sociedade Cooperativa Galega, Autocares Úbeda, Transportes Prieto, Juan Carlos Vila Mel o Nilo López son algunas de las empresas de transporte que venían hasta ahora prestando su servicio a Celta.

El difícil contexto

En el sector gallego han saltado todas las alarmas porque grandes empresas de la comunidad, que mueven un importante volumen de mercancía, han decidido dar el servicio a operadores foráneos, que ofrecen tarifas hasta un 25 % más baratas. Al caso de Celta -resuelto ayer- se suma el de Begano, embotelladora gallega de Coca-Cola, y el de SGL Carbón, con sede en A Coruña, que ha entregado recientemente el reparto de la mercancía a un operador foráneo.

El negocio del camión, que aglutina en Galicia a unas 7.000 empresas y que genera 20.000 empleos, ha lanzado un mensaje de socorro porque advierte que está en juego la viabilidad de cientos de transportistas, en su mayoría autónomos con pocos empleados y que venían prestando el servicio a estas industrias desde hace décadas. «Nosotros no estamos en contra de la libre competencia, pero queremos que se respete un fair play para todos: no se puede entrar en un mercado tirando los precios y arrasando para eliminar competidores y luego hacerse con todo el pastel», denunciaba ayer Fernando Teijeiro, presidente de Fetram, que participó en la movilización de Meira y que mostró su satisfacción por el acuerdo alcanzado a última hora entre transportistas y dirección de Celta.

Los camioneros gallegos denuncian que existen suficientes argumentos para llevar el conflicto hasta las autoridades de Competencia, porque no se pueden ofertar tarifas que no cubren los costes de transporte. CC.?OO. exigió ayer la intervención inmediata de la Xunta para reconducir un problema que no solo amenaza con llevar a la ruina a cientos de autónomos, sino que empobrece el empleo existente.

Condiciones más precarias

Las industrias gallegas ofrecen a sus antiguos camioneros la posibilidad de acogerse a las condiciones del nuevo operador adjudicatario del transporte. En el caso de Begano, por ejemplo, supondría aceptar tarifas un 22 % inferiores. Unas condiciones que los empresarios locales, reunidos el sábado en Santiago, aseguran que no pueden asumir, lo que les obligará a prescindir de sus empleados en la flota de vehículos.