Un autónomo cobra casi un 60 % menos de pensión que un asalariado

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Cuantía media de las pensiones

La brecha en Galicia entre ambos tipos de jubilados supera los 400 al mes

31 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Es usted autónomo? ¿Y está pensando en jubilarse? Pues eche bien las cuentas antes de hacerlo, porque si, como la gran mayoría, ha estado cotizando por la base mínima, el júbilo apenas le dará para llegar a fin de mes.

Los trabajadores gallegos por cuenta propia son de los pocos de España cuya pensión media no llega a los 600 euros. Concretamente, y según los datos de la Seguridad Social actualizados al cierre de febrero del 2015 (los últimos disponibles), en Galicia la paga media de los autoempleados se sitúa en los 590,74 euros, frente a los 1.032,56 de media que cobra un jubilado del régimen general, es decir, que ha trabajado por cuenta ajena. La diferencia está cerca del 60 % (un 57 %, en concreto).

La comparación entre las pensiones que reciben del Estado ambos colectivos refleja una brecha de 440 euros mensuales que tiende a abrirse ya que, mientras en los últimos siete años, los jubilados del régimen general han elevado en casi 200 euros de media sus ingresos mensuales, el incremento de los autónomos en este mismo período se ha limitado a 80 euros mensuales.

Menos que la media

A todo esto se añade el agravante de que, pese a las subidas experimentadas desde el 2007, ambos regímenes de pensiones se sitúan entre las más bajas de España, en donde la paga media de un asalariado es de 1.158,09 euros y la de un autónomo, de 686 euros.

La clave de la limitada pensión que le queda a un jubilado que ha trabajado la mayor parte de su vida por cuenta propia está en lo que ha aportado al Estado. Según datos de la organización ATA, el 87 % de los autónomos españoles (el mismo porcentaje para Galicia) cotizan por la base mínima de 884 euros (equivale a unos ingresos netos anuales de 10.800 euros al año). Supone una cuota mensual de unos 280 euros mensuales. Es una suma que resulta elevada cuando el negocio apenas da para cubrir los gastos esenciales.

Fuentes de la Seguridad Social explican que este no es un problema único de Galicia. El abono a la cuota mínima es a día de hoy un auténtico quebradero de cabeza para mantener la hucha de las pensiones. «El 18,7% de los afiliados a la Seguridad Social son autónomos, pero el esfuerzo contributivo en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) es deficitario. Con los ingresos que se obtienen solo se cubre el 72 % de los gastos», explican desde este organismo. Añade esta fuente que la base media de cotización es un 40 % inferior a la del régimen general, «por tanto, la pensión que reciben los autónomos es también inferior».

El organismo que dirige el secretario de Estado Tomás Burgos explica que el objetivo inmediato del Gobierno es tratar de que se adecúen las cotizaciones sociales a los rendimientos obtenidos. El propio Burgos explicó recientemente que no solo se trata de la sostenibilidad del sistema sino que el objetivo es también que los autónomos tengan mejores pensiones. «Todos regímenes de la Seguridad Social deben de ser autofinanciables, y los ingresos tiene que estar equilibrados con los gastos», aseguró.

A cotizar más

¿Y qué responden a esto las organizaciones de autónomos? La mayoría reconocen que el régimen de cuotas de los trabajadores por cuenta ajena tiene que ser reformado y que deberán cotizar de forma más acorde con sus ingresos reales.

La Federación de Autónomos ATA se muestra partidaria de avanzar por ese camino, «pero de forma progresiva en un período transitorio de al menos cuatro años», explican desde esta agrupación que considera que «la medida conllevará que tres de cada cuatro autónomos tengan que cotizar más de lo que lo hacen en la actualidad».

Por su parte, OPA (Federación de Organizaciones de Profesionales Autónomos) insiste en la necesidad de que el régimen de este colectivo laboral converja con el régimen general «para que no existan trabajadores de primera y de segunda».

El Gobierno quiere que los autoempleados coticen más acorde a sus ingresos

La alternativa a elevar la cotización es retrasar cada vez más la edad de marcharse para casa

«Los autónomos no nos ponemos nunca enfermos, no nos vamos jamás de vacaciones y no nos jubilamos nunca», dice con cierto tono de sorna un portavoz de Uatae (Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores) a modo de comentario sobre la pensión que perciben los autónomos jubilados. «Mientras el cuerpo aguante , hay que seguir tirando», dice.

María José Landaburu, secretaria general de esta organización, asegura que, en los últimos meses, se empieza a apreciar un cambio de tendencia con respecto a los años anteriores de crisis, cuando aumentaba la cifra de jubilaciones como consecuencia de los recortes y del cierre de muchas actividades económicas. «La insostenibilidad de muchas actividades, unida a la inseguridad, y el temor que se generó ante los anuncios permanentes del Gobierno en forma de recortes del sistema de pensiones, hizo que muchos autónomos optaran por jubilarse, al temer que la espera podía ser perjudicial en el cálculo de su pensión», agrega.

Según Uatae, ahora la situación ha cambiado. «Ante la reducida cuantía de la pensión, los autónomos se decantan por retrasar la jubilación, manteniéndose en la actividad el mayor tiempo posible», explica Landaburu.

Esta organización considera imprescindible «analizar las recomendaciones de los Pactos de Toledo y acortar estas diferencias de manera que se vayan aproximando las pensiones medias de estos dos colectivos, para lo que será necesario analizar un sistema de cotización en base a los ingresos reales que disminuya también las diferencias».

UPTA (Unión Profesional de Trabajadores Autónomos), por su parte, cree que seguirá alargándose en el futuro esta tendencia de retrasar la edad media de jubilación entre los autónomos. Esta organización lo achaca «al efecto de las pensiones y a la recesión económica que ha obligado a muchos profesionales por cuenta propia a seguir con los negocios ante la imposibilidad de darle una salida en forma de traspaso o alquiler».