El Banco de España vuelve a animar al Gobierno. Eleva en 0,8 puntos el crecimiento del PIB. Una previsión prudente. Ante eso, la pregunta que interesa a los españoles y al Gobierno es: ¿Y a mí en que me repercute? Pues le va a repercutir. El problema es cuando y en cuanto.
Repercute porque el aumento del 3 %, con la actual ley de reforma laboral supone la creación de más de 700.000 puestos de trabajo. Algo que están esperando muchos españoles en paro. Eso da lugar a más liquidez en la economía, los bancos tienen más dinero y prestarán. Primero al consumo, lo que ya se está produciendo. Más crédito al consumo es más gasto de las familias y mayor creación de puestos de trabajo. Si a ello le añadimos mayor liquidez en manos de las rentas más bajas por la reforma fiscal (que reduce las retenciones), la conclusión es que el motor está en marcha. Una gran parte de los españoles empezarán a sentir que «España va bien». ¿Recuerdan el eslogan? Todo animado por el riego de liquidez del BCE para animar al resto de la zona euro, nuestros mayores clientes en exportación y turismo.
La pregunta del Gobierno es: ¿Llegara antes de las elecciones generales para que influya en el electorado a favor del PP? Primero hay que decir que el voto no es solo por razones económicas. Pero influye. Este verano va a ser bueno en turismo (en realidad todo el año). Eso animará la creación de trabajo. Así que la sensación de bienestar tendrá un punto álgido en julio/agosto, para luego moderarse y repuntar en Navidad. Es decir, una convocatoria entre noviembre y enero próximos es el mejor de los escenarios electorales para este Gobierno. Pero repito: no todo es economía.
José R. Pin es profesor del IESE