Caramelo se reinventa desde la raíz

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Felipa Jove, presidenta de Caramelo, en el área de patronaje de la nueva sede de la textil.
Felipa Jove, presidenta de Caramelo, en el área de patronaje de la nueva sede de la textil. PACO RODRÍGUEZ

Tras superar el concurso y redefinir el modelo productivo para garantizar la calidad del producto, la textil estrena sede e imagen corporativa

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hemos cambiado la forma de trabajar, de equipos, el producto, hemos hecho todo lo necesario para impulsar Caramelo al nivel que estuvo y al que volverá a estar dentro de poco». Las palabras de Enrique Fernández del Riego, director general de la compañía, reflejan el período de reconstrucción en el que está inmersa la textil coruñesa. Atrás quedaron los ajustes laborales y el concurso de acreedores, superado en abril del año pasado. «Caramelo ya tocó fondo, ahora estamos en el momento de abrir tiendas, hemos inaugurado en León, vamos a abrir en San Sebastián y Madrid. Ahora toca crear y crecer», refrendó la presidenta de la firma, Felipa Jove.

Dentro de ese lavado de cara, la textil -controlada por Inveravante, el grupo empresarial de Manuel Jove- ha estrenado imagen corporativa y hace apenas una semana inauguraba su nueva sede en el polígono coruñés de Vío, que ayer abrió a la prensa. Unas instalaciones de cuatro mil metros cuadrados en las que han invertido 2,5 millones de euros y que acogen al personal de los distintos departamentos administrativos, así como diseño, patronaje y logística. En total, 56 personas de las 180 que trabajan para Caramelo si se incluye la plantilla de las diez tiendas propias (ocho en España y dos en Marruecos) y los 42 córneres comerciales en El Corte Inglés.

Aquí se centraliza todo el proceso creativo del producto y su distribución. Solo la producción está externalizada aunque, remarcan los responsables de la compañía, en los últimos meses se ha repatriado a Europa, principalmente a Portugal, para asegurar la calidad de las prendas, que quieren mimar como principal valor comercial de la marca. «Estamos recuperando la filosofía de trabajo, las calidades, los tejidos, la confección, sin dejar de ser una moda asumible», explica Fernández del Riego, que avanza que la firma está trabajando también en rescatar algunos de sus modelos clásicos, como las gabardinas antilluvia, aunque adaptándolos a las tendencias actuales. «Todas las grandes marcas tienen prendas emblemáticas y nosotros vamos a recuperar alguna», apunta.

Plan de expansión

Si el diseño, y los precios -que la dirección descarta tocar al menos en el medio plazo, para adecuarse al castigado bolsillo del consumidor-, son dos elementos básicos para asegurar el éxito del producto, otra clave está en la comercialización. Para ello es necesario, primero, garantizar una buena red de distribución, logística que se centraliza desde esta nueva sede, tanto para las tiendas (que se surten una vez por semana) como en el caso de los pedidos de la recién estrenada tienda on-line.

Un canal de venta que se quiere potenciar, aunque de momento los esfuerzos están centrados en la red de tiendas físicas. El sábado de la próxima semana inauguran en San Sebastián y a mediados de abril abrirán en Madrid, los dos próximos hitos de un plan de expansión que pone ya la vista en el mercado exterior, en el que el quieren crecer mediante franquicias, para aprovechar el conocimiento del mercado que les puedan aportar los socios locales.

Manuel Jove recompra la antigua sede

Con su traslado a Vío, Caramelo echó el cierre a una sede, la que tenía en el polígono de A Grela, «sobredimensionada para las necesidades que tenemos ahora», según justificó ayer la presidenta de la textil. En principio, estaba previsto que fuese Abanca quien se quedase con ese solar estratégico en la principal zona industrial de A Coruña. Así se había pactado dentro del plan de pagos con el que Caramelo superó el concurso. Sin embargo, Manuel Jove decidió recomprar esos terrenos a la entidad financiera. Lo hizo a través de la sociedad Starco Invest, de la que controla el 50 % (la otra mitad está en manos de José Collazo y Modesto Rodríguez) y que acaba de realizar una ampliación de capital de 19 millones para acometer nuevos proyectos.