Europa opta por potenciar las regasificadoras españolas para no depender del suministro ruso

josé maría camarero MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Cañete avanza que la Comisión prepara un plan para impulsar las plantas.
Cañete avanza que la Comisión prepara un plan para impulsar las plantas. Zipi | EFE

Arias Cañete apuesta por potenciar un tipo de suministro de gas que «hasta ahora se ha desarrollado de forma desordenada y aleatoria»

24 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El comisario europeo de Energía y Cambio Climático, Miguel Arias Cañete, afirmó ayer que los suministros energéticos a Europa tienen que dejar de depender de los conflictos geopolíticos que llegan de países como Rusia. Y una de las mejores formas de hacerlo es a través de España. Arias Cañete reconoció que la Comisión prepara un plan con el que se pretende convertir las seis plantas regasificadoras que hay en España -una de ellas en Galicia, la de Reganosa en Mugardos- en una alternativa al gas que llega a Europa a través de conductos internacionales.

El gas, de Argelia

Arias Cañete apuesta por potenciar un tipo de suministro de gas que «hasta ahora se ha desarrollado de forma desordenada y aleatoria». En las plantas regasificadoras, donde los buques procedentes fundamentalmente de Argelia descargan el gas en estado líquido, este material se convierte en gas natural listo para su distribución por toda la red.

En la actualidad hay seis plantas en España (Barcelona, Bilbao, Sagunto, Cartagena, Huelva y Mugardos), más dos en construcción (Asturias y Canarias). Se trata de la mitad de todas las instalaciones de esta tipología que hay en Europa.

Esta apuesta por la regasificación permitirá «equilibrar la dependencia del suministro» ruso, del que se abastecen de forma exclusiva seis países europeos, según Cañete. Sin embargo, el comisario reconoció que sin ampliar las conexiones con Francia, este proyecto no sería viable.

Desde que comenzó el conflicto con Rusia, España se ha postulado como vía de suministro del gas natural que importa básicamente de Argelia hacia Europa. De esta manera, el continente no dependería como ahora de las ventas del gas ruso, una circunstancia que el Kremlin utiliza para presionar a sus vecinos.