Radiografía del desempleo en Galicia

ECONOMÍA

Gráfico Paro
A. López

Los municipios gallegos que superan el 15 % de paro tienen tasas que triplican las alemanas y duplican las francesas. Los datos revelan un mayor problema en las areas metropolitanas que en las grandes ciudades

15 mar 2015 . Actualizado a las 19:51 h.

El problema social y económico que más preocupa en la actualidad en nuestro país es el del desempleo. En Galicia y en el conjunto de España padecemos tasas que multiplican por cinco las anotadas en Alemania, más que duplicamos las tasas francesas, e incluso son diez puntos superiores a las del vecino Portugal.

A finales del pasado año la tasa de paro estimado por la Encuesta de Población Activa (EPA) nos situaba en un 24 % (en Alemania era del 5 % y en Portugal del 16 %) siendo en Galicia del 21 %. Es este un porcentaje de desempleo que se obtiene de dividir la población parada estimada por el conjunto de la población activa (ocupados más parados) mayor de 16 años.

Sucede que con los datos de paro estimado por dicha encuesta no podemos descender a la escala territorial municipal, circunstancia que sí podemos realizar con los datos de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo. Para el caso de Galicia, que es el que aquí nos interesa analizar a escala municipal, las diferencias en las cifras globales de partida no son significativas: si la encuesta anotaba 263.000 parados estimados en diciembre del pasado año los parados registrados en enero eran 259.000.

De manera que si calculamos la tasa de paro registrado media para Galicia la diferencia no va a estar en el numerador sino en el dato del denominador. A escala municipal decíamos que no conocemos la cuantía de la población activa, pero sí está disponible la población municipal entre 16 y 65 años. Esta población en edad de trabajar es superior a la población activa ya que incluye, por ejemplo, personas que se ocupan de las labores domésticas o estudiantes en ese tramo de edades. Así, mientras la población activa estimada por la citada encuesta era de 1.264.000 personas en Galicia, la población en edad de trabajar alcanzaba los 1.753.000 habitantes.

Manejaremos aquí una tasa de paro registrado que es el cociente de los parados inscritos como tales en cada municipio en nuestras oficinas de empleo entre la población en edad de trabajar de dicho municipio. Para el conjunto de Galicia, esa tasa se sitúa en un 14,8 %, dos puntos por debajo de la misma tasa calculada para el conjunto de España, y seis puntos por debajo de la tasa de paro estimado por la EPA.

Pero aunque descienden los niveles de las cifras, los desequilibrios relativos se mantienen a estos nuevos niveles. Quiere esto decir que un municipio con una tasa de paro registrado, calculada como acabamos de explicar, de más del 17 % tendría un problema de desempleo aún más grave que en la media española; y en un municipio con una tasa de paro registrado entre el 15 % y el 17 % dicho problema superaría en gravedad al de la media de Galicia.

A estos niveles y para esta tasa no debemos olvidar que Alemania se situaría en porcentaje del 4 %, Francia en el 7 % y Portugal en el 11 %. Los municipios gallegos que superen el 15 % tendrían por tanto tasas que triplicarían las alemanas, duplicarían las francesas y estarían muy por encima del paro que sufre la población portuguesa en su conjunto.

En un primer mapa de Galicia, se recoge esta tasa coloreando en rojo los ayuntamientos que superan el nivel medio de paro en España y en naranja los que superan el nivel medio de paro de Galicia. Entre los grandes municipios se sitúan en estas dos categorías Ferrol en la primera y Vigo, Pontevedra y Ourense en la segunda.

La ventaja es que el mapa nos permite observar la distribución espacial y territorial de los casi cien municipios que se incluyen en estas dos categorías más problemáticas. Téngase en cuenta que con una cobertura a los parados registrados de apenas uno de cada dos, los problemas de riesgo de pobreza y de exclusión social serán especialmente graves en las áreas sombreadas en rojo y naranja, en dicho mapa.

Problemas de desempleo en Pontevedra

Lo más destacado es observar cómo la mayor parte de los municipios de la provincia de Pontevedra quedan incluidos en la situación más grave de desempleo. Una mancha rojo y naranja que recorre desde Vilagarcía hasta en Baixo Miño y desde aquí hasta A Cañiza. También se observa que no sería en los núcleos urbanos de Vigo o Pontevedra donde el problema es mayor, siendo grave, sino en lo que podríamos llamar su área de influencia metropolitana, sus villas dormitorio o de localización de un tejido económico que desborda los límites municipales de las dos ciudades. Sin duda son espacios sociales y laborales que estarían acusando el desmoronamiento de la burbuja inmobiliaria y, al tiempo, las dificultades para compensar sus efectos devastadores por un sector industrial de material de transporte (vehículos y construcción naval) que no encontró aún el dinamismo de otrora.

A una escala territorial mucho más reducida sucede algo de parecida gravedad con Ferrol y los municipios de su entorno. Un problema de desempleo que no tiene pareja gravedad en el área metropolitana de A Coruña o Santiago (con la excepción de Carballo, Coristanco o A Baña). Dicho lo cual no debemos olvidar que tasas que superen el 12 %, lo que sucede en esas dos ciudades, supone estar por encima de la media de Portugal. Sin embargo, en este caso otras actividades (confección, por ejemplo) sí estarían paliando los efectos del derrumbe inmobiliario y constructor.

En la Galicia interior llama poderosamente la atención la concentración de los mayores niveles de paro registrado en una amplia zona que tiene como epicentro Verín. A lo largo de dieciocho municipios se extiende hasta alcanzar Ribadavia, aunque está especialmente polarizado en el eje Xinzo-Verín. Sería conveniente un análisis más en detalle que aquí no procede, pero sin duda parece necesario un plan específico para dinamizar la actividad económica y proteger a los parados de esta amplia comarca interior.

El sector agrario salva a Lugo

Lugo, salvo la isla de Negueira de Muñiz, parece ajena a padecer un intenso problema de desempleo. Debemos decir aquí que no es debido a que por el envejecimiento de su población sus tasas se vean disminuidas. Recordamos que la población para el denominador era la de entre 16 y 65 años. También lo era en Ourense, donde esto no sucedía. La razón de fondo hay que buscarla en la predominancia del sector agrario y del mundo rural en la mayor parte de sus municipios.

Porque si uno contempla la mancha de ayuntamientos de color gris claro de este primer mapa sobre todo en Lugo, pero también en el resto de las provincias en el interior del país, los problemas menos graves de desempleo se extienden por aquellos municipios menos dinámicos, más agrarios, con menos crecimiento demográfico y (con toda seguridad) con permanente emigración. En un mundo agrario de base familiar no se multiplican los parados, sí los emigrantes. Tendremos ocasión de volver sobre esto al comentar el segundo mapa.

Sucede en estas zonas del país lo contrario a lo que observábamos en el cinturón metropolitano de Vigo y Pontevedra. En dicho cinturón estábamos en presencia de áreas con notable dinamismo demográfico y fuerte presencia de la actividades no agrarias, lo que propiciaba el afloramiento de un intenso riesgo de desempleo. También de intenso riesgo de bolsas de pobreza y exclusión.

En la extensas zonas coloreadas de gris más claro la reducida presencia del desempleo no nos debiera ocultar que quizás el mérito de tal logro esté en un problema no menor a aquél: el envejecimiento, la atonía demográfica, la emigración.