Airbnb es una compañía que pone en contacto a particulares que buscan alojamiento con personas dispuestas a alquilar su casa o parte de ella. La empresa funciona muy bien en Estados Unidos y muchos otros países, pero sus clientes más habituales son jóvenes con poco dinero en el bolsillo. Y, además, mantiene un fuerte enfrentamiento con varios estados, entre ellos el de Nueva York, que la acusan de ser un negocio hotelero encubierto y de no pagar impuestos por ello.
«Los que tengan un presupuesto ajustado harían bien en consultar la web de Airbnb», dice Buffett a los accionistas, la mayoría de ellos de mediana edad y alejados de las costumbres de los clientes habituales de la firma. Esta ya se lo ha agradecido: «Un apoyo de este tipo es enorme para nosotros», declaró María Rodríguez, portavoz de Airbnb.