El Parlamento aviva la posible venta de Abanca a Caixabank, pero esta la desecha en su nuevo plan
ECONOMÍA
En la comisión de Economía, PSOE, AGE y BNG instaron por ello al Parlamento y a la Xunta a posicionarse en contra de esta «revenda», como la calificaron
07 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los tres partidos de la oposición en el Parlamento de Galicia avivaron ayer una información desmentida por la cúpula de Abanca según la cual esta entidad financiera -la primera de Galicia- podría acabar entrando en una operación de fusión con la catalana Caixabank. En la comisión de Economía, PSOE, AGE y BNG instaron por ello al Parlamento y a la Xunta a posicionarse en contra de esta «revenda», como la calificaron. Para el portavoz del PP, Pedro Puy, el objetivo es que Abanca «siga funcionando como un banco con domicilio social en Galicia» y con proximidad a la economía del país. Por ello, añadió, la voluntad del PP es que «non se venda a ningún banco, sexa español, de Suiza ou doutro país».
Curiosamente, este debate llega apenas unos días después de Caixabank presentara su nuevo plan estratégico de negocio 2015-2018, en el que se apunta un desinterés por la mayor entidad financiera del noroeste. En la página 54 de su documento se habla de las operaciones de compra que llevó a cabo el banco catalán en los últimos años, como Banca Cívica -que ha convertido a Caixabank en primer operador en Canarias y Navarra-, Banco de Valencia y más recientemente el negocio en España de Barclays. Y bajo el epígrafe «renuncia a oportunidades cuando no cumplen nuestros objetivos financieros» se incluye a Novagalicia.
Caixabank fue una de las entidades que con más fuerza pujó por Novagalicia Banco (hoy Abanca) a finales del 2013, cuando el FROB decidió sacar a subasta esta financiera. Pese a ese constatado interés, un año después -el banco se lo llevó Banesco por 1.003 millones de euros-, la entidad catalana considera ahora que la gallega no se ajustaba a su estrategia de expansión.
Lo que ofreció Caixabank nunca se ha desvelado, aunque en fuentes del mercado bursátil se calcula que el equipo de Isidro Fainé proponía alrededor de 400 millones de euros, descontando de esa cifra ayudas que esperaba recibir. Según las mismas fuentes, fue el tercer aspirante con la mejor oferta.