Arturo Fernández usó la tarjeta B en sus locales porque son suyos

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Arturo Fernández, ayer a la salida de la Audiencia Nacional tras declaran ante el juez.
Arturo Fernández, ayer a la salida de la Audiencia Nacional tras declaran ante el juez. Emilio Naranjo | EFE

Casi todos los imputados aseguraron que las visas eran para uso personal

19 feb 2015 . Actualizado a las 07:24 h.

La tercera jornada de interrogatorios en la Audiencia Nacional a los ex consejeros de Caja Madrid imputados por el uso de tarjetas opacas al fisco se cerró ayer con declaraciones que rozaron el surrealismo. Fue el caso de la de Arturo Fernández, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid y ex líder de la patronal madrileña CEIM, que admitió ante el juez Fernando Andreu, instructor del caso, que usó la tarjeta B en sus restaurantes -el grupo Cantoblanco- porque «son más baratos y son míos».

A diferencia de lo que el lunes hizo su concuñado, Gerardo Díaz Ferrán, que se negó a declarar, Fernández sí respondió al magistrado. Andreu le preguntó si conocía el grupo Cantoblanco, en el que el empresario gastó 10.500 de los 37.300 euros que en total cargó a su tarjeta de Caja Madrid, a lo que Fernández contestó que es de su propiedad. «Las relaciones institucionales que tenía las hacía en mis restaurantes y luego periódicamente hacía una liquidación con mi cuenta personal».

La afirmación hizo que el juez le preguntara, con ironía, si así redondeaba la cuenta, a lo que el imputado respondió con un contundente «pues sí», explicaron fuentes jurídicas.

Como ya había asegurado en declaraciones a los medios de comunicación después de que estallara el escándalo de las tarjetas, Fernández reiteró ayer en sede judicial que las visas eran «transparentes». Indicó que el plástico se lo había entregado el ex vicepresidente de la entidad y también imputado, José Manuel Fernández Norniella, con la información de que era de «libre disposición». Es decir, para gastos personales, y que no era necesario justificarlos.

Nuevas fianzas

El expresidente de la CEIM devolvió a Caja Madrid el importe de lo gastado con la tarjeta, igual que hicieron también otros dos imputados citados ayer por Andreu: Javier López Madrid (34.807 euros), consejero delegado de OHL, y Luis Blasco (51.700).

De los ocho ex consejeros que declararon en la jornada de ayer, el fiscal anticorrupción pidió fianza civil para cuatro: María Enedina Álvarez (47.000 euros), Jorge Gómez (98.200), José Ricardo Martínez Castro (44.200) y Antonio Romero (252.009). Excluyó de la medida cautelar a Fernández, López Madrid y Blasco porque devolvieron lo gastado, y a Carmen Cafranga (175.200 euros), expresidenta de la Fundación Caja Madrid.

Esta última, que fue miembro de la comisión de control de la entidad entre el 2003 y el 2009, pero muy poco tiempo consejera, se quejó ante el juez del «enorme trastorno» que el caso de las visas le provocado, refiriendo que incluso ha motivado que el Banco Santander le haya denegado un aval para regularizar su situación con Hacienda.

Según fuentes presentes en la declaración, también López Madrid expresó malestar, asegurando que de haber sabido que la tarjeta era irregular no solo la habría devuelto -la recibió de manos de Rodrigo Rato y se quejó de que hubo «exceso de confianza»-, sino que habría presentado su dimisión.

La mayoría de los imputados han coincidido en que las visas eran para uso personal y que consideraban que era Caja Madrid quien declaraba a Hacienda los gastos generados.