Nueva Zelanda acusa a dos barcos gallegos de pesca ilegal en la Antártida

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La Armada los abordará cuando tenga permiso de Guinea, país de bandera

13 ene 2015 . Actualizado a las 08:39 h.

Nueva Zelanda se prepara para lanzar a su Armada encima de dos embarcaciones a las que acusa de pescar ilegalmente en aguas del Atlántico sur, gestionadas por la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida (CCAMLR). Lo hará en cuanto Guinea Ecuatorial, país que otorga bandera a ambos pesqueros acusados de ejercer la actividad pirata, autorice a los funcionarios neozelandeses a inspeccionar los barcos para realizar las comprobaciones oportunas.

No ha sido el de Malabo el único Gobierno con el que han contactado. También el español ha sido alertado, dadas las sospechas de Wellington de que tras ambos pesqueros hay capital español, gallego para más señas: «Estos barcos son bien conocidos, reincidentes y su propiedad en el pasado ha estado vinculada a los intereses españoles; hemos alertado al Ejecutivo español de lo que hemos descubierto», señaló el ministro de Asuntos Exteriores neozelandés, Murray McCully en un comunicado.

Y lo que han descubierto es a dos pesqueros faenando en latitudes australes de forma, según Nueva Zelanda, ilegal. La patrullera HMNZS Wellington, de la Armada de ese país, dispone de imágenes y vídeos, entre otras pruebas, en los que se aprecia claramente a varios marineros de la tripulación capturando un ejemplar de la codiciada merluza negra, especie también conocida como róbalo o bacalao de profundidad, que alcanza elevadas cotizaciones en el mercado. Ni que decir tiene que todo este material va a ser empleado contra los armadores y quienes se aprovechan de la actividad ilegal, reafirmó McCully.

Aviso a la Interpol

Y es que las alarmas lanzadas por el Gobierno de Wellington no acaban ni en Malabo y Madrid. También ha pedido a la Interpol que lance una de sus nota púrpura por cada uno de los barcos, lo que pondría sobre aviso acerca de los pesqueros y sus propietarios a 190 países, los que pertenecen a la organización, al tiempo que están alertando a los puertos para que no permitan la descarga de la mercancía obtenida supuestamente por métodos ilícitos. De hecho, fue una de esas notas lanzadas por la Interpol a instancias de Noruega contra el Snake, otro barco vinculado a intereses gallegos. También el Thunder ha ocupado el texto de uno de esos avisos morados. Sus propietarios, según los cálculos de la policía internacional, podría haber obtenido en siete años 60 millones de dólares (50,6 millones de euros) por sus actividades ilegales.

Lista negra

Aunque Nueva Zelanda no ha facilitado el nombre de las embarcaciones a las que ha sorprendido faenando en el océano austral, la alusión a sus amplios antecedentes remite a la lista negra que elabora la CCAMLR, en la que figuran dos embarcaciones con bandera de Guinea Ecuatorial y ambas aparecen vinculadas a una conocida casa armadora de Ribeira, una empresa que, además, ya ha tenido encontronazos anteriores en aguas de la Antártida.