Pintan bastos para el precio del petróleo a corto plazo. O eso al menos es lo que revelan informes como el publicado ayer por los analistas de Bank of America Merrill Lynch, que advierten que el barril de brent -el crudo de referencia en Europa- podría bajar de los 40 dólares en cuestión de semanas, mientras que el de west texas -referente en Estados Unidos- podría llegar a pagarse a menos de 35.
Para que la caída en barrena del oro negro encuentre suelo será necesario que los países productores, tanto los que pertenecen a la OPEP como los que no, reduzcan el suministro, y que la demanda mundial, ahora prácticamente estancada, repunte. Y «por el momento, ninguno de estas dos premisas se está cumpliendo», reza el informe.
Dicen los analistas de Merrill Lynch que «no será fácil» ver un recorte de la oferta del crudo en el corto plazo. Es más, subrayan que el incremento del bombeo de los países que no forman parte del cartel se mantiene por encima de las medias históricas, en torno a los 1,2 millones de barriles al día en el último trimestre del 2014, una cifra que, según ellos, seguirá creciendo en el 2015. De la misma forma, la oferta de crudo de la OPEP se ha elevado en los últimos meses a pesar de la caída de precios, en gran medida debido a los intentos de Arabia Saudí de incrementar su cuota de mercado.
El estudio defiende que para equilibrar el mercado es necesario efectuar un recorte en la oferta de al menos un millón de barriles al día.
Respiro en las bolsas
Mientras, la montaña rusa en la que andan encaramadas las principales bolsas europeas desde finales del año pasado realizó ayer una breve parada que la mayoría de los índices aprovecharon para tomar aire en forma de ligeros avances. La de Milán fue la única que cerró a la baja, aunque fue solo por una décima. Londres fue la que más terreno avanzó, un 0,8 %.
En el caso del Ibex el día se saldó con un alza del 0,2 %, insuficiente para reconquistar la cota de los 10.000 puntos. Cerró en 9.891.