El presidente del BCE descarta dejar la entidad para pasar a la política y convertirse en sucesor del presidente italiano Giorgio Napolitano
02 ene 2015 . Actualizado a las 11:17 h.El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, considera que las bajas tasas de interés que existen actualmente en Europa se mantendrán en ese nivel durante un largo tiempo.
«Desde hace mucho los intereses son muy bajos y probablemente eso seguirá siendo así durante mucho tiempo», dijo Draghi en una entrevista que publica hoy el periódico económico alemán «Handelsblatt». Asimismo, instó a los gobiernos europeos a adelantar reformas estructurales. «La tríada de falta de reformas, burocracia y alta carga fiscal lastran la recuperación de Europa», dijo el presidente del BCE. Europa, señaló, tiene actualmente la carga fiscal más grande del mundo, lo que significa una desventaja competitiva.
Concretamente, el presidente del BCE pidió aumentar las inversiones en investigación, ciencia, educación y tecnología digital y, paralelamente, reducir todos los otros gastos y la carga fiscal.
Draghi ve el peligro de que en la eurozona se de una espiral de bajada de precios que dificulte la reducción de las deudas, frente a las inversiones de las empresas y la disposición al gasto de los consumidores. «La posibilidad de que no cumplamos con la meta de mantener la estabilidad de los precios es ahora mayor que hace seis meses», dijo.
Por ello, insinuó que el BCE podría empezar próximamente a aplicar el programa de compra de títulos de deuda soberana.
Draghi aseguró que ya se están adelantando los preparativos técnicos para «cambiar la velocidad, el alcance y la composición de nuestras medidas a comienzos de 2015 en caso de que esto se haga necesario para enfrentar un largo período de inflación baja».
Por otra parte, descartó dejar el BCE para pasar a la política y, por ejemplo, convertirse en sucesor del presidente italiano Giorgio Napolitano. «No quiero ser político. Mi mandato en el BCE rige hasta 2019», afirmó. A partir de este año, el BCE sólo tomará decisiones sobre las tasas de interés cada seis semanas y no una vez al mes como lo había hecho hasta ahora.
Draghi explicó este cambio de ritmo como una reacción a las expectativas exageradas de los mercados que, en caso de no cumplirse, tiende a generar turbulencias para las que no hay ninguna justificación económica objetiva.