Optimismo, pero con mucha cautela y sin descuidar las recetas de austeridad. Ese podría ser el resumen del último Boletín Económico del Banco de España, que mejora en una décima las previsiones de crecimiento del Gobierno, y estima que la economía española avanzará este año el 1,4 % (un 0,6 % en el último trimestre), mientras que en el 2015 lo hará un 2 %. Pero, a la vez, lanza una advertencia: la de que una subida generalizada de los salarios pondría en peligro la recuperación porque truncaría la mejora de la competitividad.
Optimismo, pero con cautela y sin descuidar las recetas de austeridad. Ese podría ser el resumen del último Boletín Económico del Banco de España, que mejora en una décima las previsiones de crecimiento del Gobierno, y estima que la economía española avanzará este año el 1,4?% (un 0,6 % en el último trimestre), y en el 2015 lo hará un 2 %. Pero, a la vez, lanza una advertencia: una subida generalizada de los salarios pondría en peligro la recuperación porque truncaría la mejora de la competitividad.
La recomendación del supervisor, que aboga por aumentar la descentralización de las revisiones salariales para que se adecúen mejor a las condiciones reales de cada empresa, provocó una ola de críticas, especialmente en las redes sociales, donde se recordaba que el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, acaba de hacer lo contrario, al decidir no aplicarse más la rebaja del 5 % que había acordado su predecesor en el cargo.
Pero al margen de que la práctica difiera de su discurso oficial, el órgano supervisor insiste en que «la vuelta a incrementos salariales generalizados» supondría un paso atrás que podría dar al traste con «la necesaria continuidad de la senda de mejora de la competitividad» de la economía española. Es decir, que nada de aumentos salariales,
Desde UGT negaron ayer este extremo, asegurando que precisamente lo que pondría en peligro la recuperación es que los salarios no recuperen su capacidad adquisitiva. Pero el informe mensual del Banco de España discrepa, argumentando —en la misma línea del Ejecutivo— que las tasas de inflación ligeramente negativas que se están registrando evitan que la pérdida real de poder adquisitivo se produzca.
De hecho, destaca positivamente los «avances en flexibilidad y eficiencia de los mecanismos de formación de salarios», que se han concretado en los últimos años en una «notable reducción» de las prácticas de indexación de los salarios a la evolución de los precios, «que tan extendidas estaban antes de la crisis».
El supervisor subraya que actualmente solo el 30 % de los convenios colectivos incluyen este tipo de cláusulas de revisión frente a la inflación, mientras que antes de la crisis se encontraban en el 70 % de los acuerdos. Su eliminación limita los «efectos perversos» que dicho factor tenía sobre la ganancia de competitividad de la economía nacional.
Calcula también que el empleo ha aumentado durante el 2014 a una tasa cerca al 1 %, una inflexión respecto al curso anterior.