Alcoa respira tras un mes de vértigo

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La empresa logra megavatios subvencionados suficientes y retira el despido de sus 800 operarios de A Coruña y Avilés, aunque ya avanza que habrá que hacer recortes

24 dic 2014 . Actualizado a las 12:19 h.

Alcoa no cerrará sus plantas de A Coruña y Avilés y retirará el expediente de despido colectivo que pesaba a partir de enero sobre el 100 % de los trabajadores -unos 400 en cada fábrica-. «Tendremos unas Navidades relajadas», resumía el presidente del comité de empresa de la factoría coruñesa, Nazario Arias. La multinacional del aluminio decidió ayer mantener la actividad al lograr en la subasta de interrumpibilidad incentivos eléctricos suficientes que garantizan la continuidad de las plantas al menos un año más. Fuentes oficiales de Alcoa no quisieron precisar cuántos megavatios subvencionados consiguieron en la puja, que tuvo lugar en Zaragoza el lunes y el martes. Solo avanzaron que obtuvieron los precisos para seguir produciendo aluminio a precios competitivos. Aunque el problema no está resuelto del todo, porque las fábricas «continúan afrontando dificultades significativas debido a su estructura de costes y son vulnerables». Aviso a navegantes. Las plantas no cerrarán el próximo año, pero serán precisos ajustes, porque en la subasta no se logró la misma cantidad de incentivos que abaratan los costes energéticos de los que disfruta actualmente.

Nazario Arias, recién salido de una reunión en Madrid con la dirección de la multinacional, avanzó que la compañía pretende recortar dos millones de euros en costes laborales en la planta de A Coruña y otros tantos en la de Avilés. ¿Cómo? «Ajustes de personal no va a haber», aseguró Arias. La opción podría ser reducción salarial. Pero el presidente del comité no quiere pensar mucho en eso, tampoco en que la fábrica ha ganado un año más de vida, porque a finales del 2015 habrá, en teoría, otra subasta para adjudicar los megavatios con incentivos que precisan las industrias intensivas para abaratar sus costes energéticos.

Fuentes de Alcoa explicaron que las dos plantas que estuvieron a un tris de cerrar son las fábricas de aluminio primario «con mayores costes del grupo y están más expuestas a los cambios del mercado». La presidenta de la compañía, Rosa García, señaló que el resultado de la subasta arregla el problema durante un año, por eso «tenemos que seguir trabajando para conseguir un marco estable, a largo plazo, que garantice un precio de energía competitivo y, al mismo tiempo, reducir costes para asegurar la viabilidad de nuestras fábricas».

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia validó los resultados de la puja ayer mismo, horas después del fin del proceso. Este trámite dará amparo legal a la adjudicación y a partir de ahí será cuando la multinacional Alcoa retire el expediente de despido colectivo, algo que podría producirse hoy mismo.

La crisis en Alcoa estalló a finales de noviembre, cuando se quedó sin incentivos para A Coruña y Avilés en la primera subasta para adjudicar los servicios de interrumpibilidad. El 2 de diciembre anunció la presentación del expediente de extinción e incluso llegar a mantener dos reuniones con los comités dentro del período de consultas. Mientras tanto, la multinacional emprendió una campaña para conseguir megavatios subvencionados en una segunda puja. En medio de la tormenta, el ministro José Manuel Soria acusó a la empresa de no mostrar interés real por conseguir energía incentivada para las dos plantas, pero sí para la de San Cibrao.

La Xunta celebró el resultado de la puja y reconoció el trabajo conjunto de los trabajadores, del ministerio, de la empresa y también del Gobierno gallego.