Alcoa despedirá a los 400 operarios de A Coruña si no logra energía barata

F. Fernández REDACCIÓN

ECONOMÍA

Descarta acudir a la puja de interrumpibilidad si no cambian las condiciones

10 dic 2014 . Actualizado a las 15:30 h.

Los trabajadores ya se lo temían, pero les faltaba la confirmación oficial de la empresa. Y la tuvieron ayer tarde. La multinacional del aluminio Alcoa despedirá al 100 % de las plantillas de las fábricas de A Coruña y Avilés, con 400 trabajadores en cada una; es decir, cerrará las plantas si no logra energía barata para seguir produciendo aluminio a partir del 1 de enero a precios competitivos. Esa es la drástica propuesta que figura en la documentación entregada a los sindicatos en la primera reunión formal que inicia el período de consultas para negociar el expediente de despido colectivo.

Fuentes de la empresa precisaron que el ERE de extinción está supeditado al discurrir de esas conversaciones con los representantes sindicales y que el período de negociación es de 30 días naturales. La dirección de Alcoa argumenta ese despido masivo en causas productivas y técnicas. Explica que se trata de fábricas con tecnología menos eficiente e inferior capacidad de producción que la moderna factoría lucense de San Cibrao -que no está afectada por esta crisis- que, además, se han quedado sin incentivos para abaratar el coste de la energía que consumen. O sea, que a partir del 1 de enero tendrían que seguir funcionando, pero pagando la electricidad a precios de mercado. Esto, según la empresa, es inviable y las plantas entrarán en pérdidas porque ya no serán capaces de producir aluminio a precios competitivos.

¿Por qué San Cibrao sí tendrá megavatios bonificados y A Coruña y Avilés no? Porque Alcoa solo consiguió paquetes de energía con incentivo para San Cibrao en la subasta de interrumpibilidad organizada por el Ministerio de Industria a mediados de noviembre. A Coruña y Avilés quedaron fuera. Las industrias intensivas como Alcoa (principal consumidora de energía eléctrica de España) tenían en el servicio de interrumpibilidad la herramienta para obtener suculentos descuentos en su factura eléctrica. A cambio de ellos, la compañía aceptaba bajar carga cuando el operador del sistema (Red Eléctrica) se lo ordenase.

Los contratos fijos que hasta ahora regían la concesión de esos incentivos al consumo eléctrico de las grandes industrias desaparecen el 31 de diciembre. En su lugar, las bonificaciones se adjudicaron en una subasta a la que las empresas acudieron en igualdad de condiciones.

El resultado de la puja ha sido desastroso para Alcoa, que hace un par de semanas anunció la presentación de un expediente de despido colectivo para A Coruña y Avilés. No había concretado en qué consistiría, hasta que ayer avanzó que supondrá el cierre de las dos plantas.

La crisis todavía tiene vuelta atrás. El ministerio anunció una segunda subasta de interrumpibilidad para adjudicar los megavatios sobrantes -que suman 200 millones de euros-, aunque solo quedan paquetes pequeños (de 5 megavatios) y ninguno de 90. Pero son dos de estos últimos los que Alcoa precisa para salvar las fábricas. La empresa confirmó ayer que no acudirá a la puja si esas condiciones no varían.

Presiones políticas

Los Gobiernos de Galicia y Asturias están presionando al ministerio para que evite los cierres y haga lo posible para que Alcoa cuente con esos bloques de energía con incentivos. Si el conflicto tiene este final feliz, la compañía retirará el ERE de extinción.

Los sindicatos reiteraron su petición de que se aplace el expediente hasta después de la subasta, pero recibieron otro no por respuesta. La próxima reunión negociadora será el lunes en León.

Con información aportada por Mar G. Balseiro y Carla Elías.