Encuentro improvisado entre Feijoo y los trabajadores en Sabón

Susana Acosta
S. Acosta ARTEIXO / LA VOZ

ECONOMÍA

06 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Medio centenar de trabajadores de Alcoa esperaban ayer en las inmediaciones de la rotonda de Sabón, en el concello coruñés de Arteixo, la llegada del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Llegaron con tiempo suficiente para tomarse un café entre en los aledaños de la conocida glorieta pero, poco a poco, fueron tomando posiciones. Una pequeña representación de la plantilla se dirigió a la carpa en la que estaba previsto el acto de inauguración de la rotonda, mientras el resto esperaba a las puertas de una cafetería. «¿No lleváis pancartas?», le preguntaron al grupo que estaba separado de las autoridades: «No, no, que pode que nos reciban», contestaron sin dar más detalles. Mientras esperaban la llegada del presidente de la Xunta, la delegada territorial, Belén do Campo, se dirigió a los representantes de los trabajadores de Alcoa. Algo se estaba moviendo, pero nadie decía nada claro. Y una vez finalizados los discursos, el pequeño grupo que representaba a los empleados entró en la carpa donde acababa de finalizar el acto oficial, posicionándose muy cerca del presidente de la Xunta. El movimiento creó gran revuelo entre los periodistas que cubrían el acto. Todos quería saber si finalmente Feijoo los recibiría, pero tal fue el celo profesional del equipo que acompaña al presidente en los actos públicos que hubo empujones hacia periodistas y cámaras que pretendían inmortalizar ese momento y que provocó el enfado de los profesionales que solo pretendían informar de lo que estaba pasando.

La solución final para evitar mayores malentendidos fue blindar la carpa y cerrarla para evitar el acceso de los informadores que esperaron cerca de una hora a que finalizara el encuentro improvisado. A la salida, no hubo declaraciones del presidente. Sí habló el comité de empresa de Alcoa: «Nos ha dicho básicamente que es una situación complicada, que Alcoa también tiene su parte de culpa y que lo que tiene que hacer la empresa desde su punto de vista es entrar en esta segunda subasta y buscar todas las opciones posibles. También dijo que espera que salgamos airosos. Nosotros le hemos pedido al presidente de la Xunta que nos aporten una solución, que aguante la fábrica hasta hallar una solución», según explicó Juan Carlos López Corbacho, vicepresidente del comité de empresa de la planta de Alcoa en A Coruña.