La ayuda a parados sin ingresos, solo para quien lleve un año sin cobrar

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente convocó a La Moncloa a los agentes sociales para negociar la nueva ayuda, de la que aún no se conoce la cuantía.
El presidente convocó a La Moncloa a los agentes sociales para negociar la nueva ayuda, de la que aún no se conoce la cuantía. S. Barrenechea < / span>Efe< / span>

Tendrá una duración de seis meses y oscilará entre 400 y 450 euros

05 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno y los agentes sociales avanzaron ayer en la definición del nuevo programa de apoyo a parados de larga duración, la medida social con la que Mariano Rajoy quiere rubricar el final de su legislatura. De momento, sigue sin cerrarse por discrepancias. Sí se ha concretado que la ayuda a desempleados con cargas familiares que hayan agotado sus prestaciones durará seis meses, menos de lo que solicitaban los sindicatos, y que su percepción será compatible con el desempeño de un trabajo por cuenta ajena.

El programa de activación, como así se denomina, permitirá que cada parado lleve un programa personalizado de inserción, algo que ya existe ahora. Así consta en un escueto comunicado difundido ayer al término de la reunión en la que, sorprendentemente, no se habla de cuantías. «Los detalles del programa serán presentados una vez haya sido acordado con las comunidades, que serán protagonistas en su desarrollo», reza. A la espera de conocer la letra pequeña del plan, todo hace indicar que la ayuda oscilará entre 400 y 450 euros, en función de las cargas familiares, y que los potenciales beneficiarios del programa, según los cálculos del propio Ministerio de Empleo, serán 310.000 personas hasta el final de la legislatura. Sin embargo, los últimos datos de la encuesta de población activa (EPA) cifran en un millón las personas sin trabajo que tienen cargas familiares y que carecen de ingresos. Es decir, que de confirmarse esa muestra de perceptores de la ayuda, el programa solo iría al auxilio de un tercio de la población necesitada.

Esa ha sido una de las cuestiones sobre la que más han insistido los sindicatos a lo largo de los últimos meses: ampliar el número de beneficiarios y la dotación presupuestaria, de forma que cada desempleado pudiese percibir, al menos, entre 426 y 480 euros. La muestra de parados cubiertos por esta nueva medida se achica a 310.000 personas porque Empleo fija como condición para recibir esta ayuda que hayan transcurrido al menos doce meses desde que se cobró la última prestación, un límite temporal que reprueban los sindicatos. Este nuevo subsidio sería incompatible con el Plan Prepara, la ayuda de 400 euros a desempleados que agotaron prestaciones, que puso en marcha Zapatero y prorrogó después Rajoy.

Menos gasto público

Solo durante este año 2014, el Gobierno se ahorrará en el pago de prestaciones a parados unos 4.500 millones de euros (en su mayoría porque ha concluido el período legal para su percepción). La nueva ayuda, al menos como inicialmente la tiene diseñada el Gobierno, supondría en cambio un desembolso hasta el final de la legislatura de unos 800 millones. Pero las rigideces impuestas por la UE para cumplir con el déficit impiden mayores alegrías al Ejecutivo de Rajoy. El propio Cayo Lara, desde Izquierda Unida, bautizó ayer la medida como «una gota de agua en el desierto».