Un problema de confianza, ofensiva comercial y costes

m. s. d. VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

04 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los bancos son los mismos para todos los astillero de España. El sector reconoce que hay entidades cerradas en banda a participar en operaciones con el nuevo tax lease, pero también aclaran que hay otras opciones (y ponen como ejemplo la elitista Banca March) con la que ya se han cerrado varios contratos. Y es que aunque la financiación es difícil, no es el principal problema del naval gallego. Hay otros de tipo más estructural, según explican analistas consultados.

Por ejemplo, algunos astilleros vienen de procesos concursales (es el caso de Vulcano o Hijos de J. Barreras) que han generado un impacto comercial negativo contra el que se está luchando y que no desaparecerá completamente hasta que se vea que van construyendo y entregando buques de nuevo. A igualdad de precio, un armador contrata en un astillero que no haya sufrido este tipo de procesos que siempre generan inseguridad.

Otro elemento a tener en cuenta en es el tipo de buques demandados actualmente, muy especializados pero de tamaño medio o pequeño. Tanto en el mercado off-shore como en el mercante convencional, resulta difícil encontrar en Europa buques en construcción superiores a los 130 o 150 metros de eslora. Si se contrasta esta demanda con la estructura productiva y de costes de los astilleros españoles, salvo alguna excepción, los competidores vascos y asturianos que actualmente tienen obra en curso cuentan con estructuras más compactas y menos costosas que les permiten ser mas competitivos en ese tipo de unidades y ofertar precios más bajos.