El recorte de incentivos pone en grave riesgo la planta coruñesa de Alcoa

ECONOMÍA

La empresa traslada su inquietud a la plantilla tras el tijeretazo en las compensaciones que percibirá por el servicio de interrumpibilidad

25 nov 2014 . Actualizado a las 10:02 h.

Nubes oscuras vuelven a planear sobre las factorías de Alcoa. Después de un 2013 de cierta tranquilidad, y tras un 2012 en el que hubo dudas sobre la viabilidad de algunas de sus plantas, la multinacional estadounidense del aluminio ha recibido un severo palo al cierre del 2014 que pone patas arriba toda su planificación. En la subasta organizada la semana pasada de Red Eléctrica (REE) para adjudicar los servicios de interrumpibilidad, Alcoa solo recibió la mitad de las compensaciones que solicitaba; fue la gran perjudicada. Los grandes consumidores energéticos (Ferroatlántica, Arcelor, la propia Alcoa...) perciben una serie de incentivos -un descuento en la factura, principalmente- por poder reducir su carga de la red si así se lo requiere el operador del sistema, por necesidades del momento. Esos incentivos se solicitan por planta y por primera vez este año se regulaban en una subasta que ha dejado descolocado y disgustado al sector.

Alcoa acudía a la subasta con seis bloques de 90 megavatios cada uno susceptibles de parar si lo solicitaba REE: 4 para la planta de San Cibrao (Lugo), uno para A Coruña, y otro para Avilés (Asturias). Se quedó con 3 para la planta de A Mariña, y cero para el resto. «Hemos presentado un precio necesario para garantizar la viabilidad de las tres plantas, y aunque estamos pendientes de la comunicación formal, la subasta nos pone en una situación más difícil, con un impacto mayor en Avilés y A Coruña», apuntaban fuentes oficiales de Alcoa. En la puja de REE, la compañía no pudo ajustar más su oferta a la baja frente a otros competidores por su fuerte dependencia de la energía para la generación de aluminio primario.

Algo parecido fue lo que les trasladó la compañía ayer por la mañana a los representantes de la plantilla. «Hay inquietud, se abre de nuevo un período de incertidumbre que es incomprensible, grandes empresas no pueden estar pendientes de cambios en la regulación o de que se les diga año a año cómo quedan esos servicios de interrumpibilidad», apuntaban fuentes del comité de empresa de A Coruña. Ni se les mencionó la posibilidad de cierre ni la compañía se atreve siquiera a insinuarlo. «No hace falta que digan nada, sabemos que, o hay una alternativa, o habrá decisiones duras», añadían esas fuentes sindicales.

La alternativa es una segunda subasta que coloque los megavatios que quedaron pendientes de la primera, y que podría celebrarse en las próximas semanas. De lo contrario, las nubes pueden acabar en una tormenta de la que, según las fuentes consultadas, tampoco se salvaría la factoría de San Cibrao, la joya de Alcoa en España. En la subasta recibió menos de lo solicitado, y podría derivar en ajustes. Hay en total unos 2.200 puestos de trabajo comprometidos en Galicia: 1.200 directos en A Mariña, otros 600 en auxiliares; y 400 más en A Coruña.

San Cibrao tampoco recibió lo que pedía Alcoa, y podría sufrir ajustes