De Guindos calcula que las caídas del crudo y del euro pueden impulsar hasta un 1 % el PIB

D. V. madrid / colpisa

ECONOMÍA

20 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La economía española podría crecer entre un 0,5 y un 1 % más gracias al menor precio del petróleo y a la depreciación del euro. Así lo afirmó ayer el ministro del ramo, Luis de Guindos, durante su intervención en la constitución de la nueva Cámara de Comercio de España. De Guindos explicó que la política de estímulos del BCE, el tono más «neutro» de la fiscalidad gracias a la reforma impulsada por el Gobierno y el impacto del descenso del crudo podría suponer un impulso «adicional» al crecimiento durante los próximos cuatro o seis trimestres.

Y es que, el descenso del precio del petróleo supone un gran alivio para las arcas del Estado. De hecho, los Presupuestos del 2015 se hicieron con la previsión de un barril de brent a 104,1 dólares, mientras que en la actualidad se encuentra por debajo de los 80. A este ahorro habría que sumar la inyección de 9.000 millones de euros brutos en dos años que la reforma fiscal va a suponer, algo que el Gobierno siempre ha estimado tendría un impacto del 0,55 % del PIB. En cualquier caso, el ministro reconoció la preocupación por el «débil crecimiento» de la eurozona, pero subrayó que los datos del tercer trimestre, con un crecimiento mayor del esperado gracias al impulso de Francia y Alemania, demuestran que el riesgo a una temida tercera recesión se «atenúa».

España, mejor que sus socios

Es más, el ministro de Economía aseguró que el avance económico en la eurozona cobrará fuerza a lo largo de los próximos trimestres» En este sentido, destacó el «crecimiento diferencial de España» respecto a sus socios comunitarios al hacerlo a ritmos superiores a la media. «España es el país que más crece de las grandes economías de la eurozona», aseveró. Además, resaltó la importancia del sector exterior en la recuperación. En concreto, puso en valor el papel «decisivo» de la internacionalización de las empresas españolas y, aunque indicó que la demanda interna es actualmente el motor de la economía, recalcó que el sector exterior «debe seguir siendo un referente y una fuente de crecimiento».

Preocupación por Japón

Por otro lado, admitió que el frenazo de Japón genera inquietud. Hasta el punto de que más que de una década perdida, llegó a hablar de «dos décadas de estancamiento», después de que esta misma semana se haya confirmado su entrada en recesión en el tercer trimestre.