«En un tiempo récord hemos cambiado las expectativas»

Rubén Santamarta Vicente
r. santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El ejecutivo dice que en los últimos meses el crédito está creciendo a un ritmo «que nos asusta, en el sentido positivo»

17 nov 2014 . Actualizado a las 08:30 h.

Tras meditarlo bien cuando se le pregunta, Francisco Botas (Ferrol, 1967) ve clara la cara y la cruz de los últimos 12 meses de su vida, repartida entre el Etcheverría, Novagalicia y Abanca: «Lo mejor fue la convención en A Coruña, se veía ilusión, ganas de cambiar las cosas en la plantilla. El momento más complicado fue la negociación con Bruselas, era compleja, se luchó mucho, por ejemplo, por poder mantener oficinas del rural gallego».

-Usted pasa de llevar una lancha, el Etcheverría, a un buque enorme, Novagalicia, ahora Abanca. ¿Cómo fue el tránsito?

-Llevamos tres años de intensa actividad, con el Etcheverría [la entrada de Banesco como propietario], la compra de red de Novagalicia, la operación con la propia Novagalicia... En realidad era algo previsto, visualizamos que podíamos ser la entidad resultante que podía quedar en Galicia, no fue algo casual.

-¿Se han encontrado alguna sorpresa, algún susto, una vez que están ya dentro de la entidad?

-Susto no. La sorpresa ha sido positiva, sobre todo por el equipo, porque la adaptación ha sido rapidísima. Hemos cambiado la expectativa en un tiempo récord, y los clientes nos están acompañando.

-¿A qué lo achaca? No es cuestión de recuperar la confianza...

-Los gallegos valoran inequívocamente que haya una entidad radicada en Galicia, que entiende mejor a los que vivimos aquí, igual que las empresas. Sucedió que muchos clientes siguieron siéndolo, aunque quizá pusieron sus inversiones nuevas en otro banco, y ahora les apetece volver por dos motivos: porque son bien tratados, y porque están ayudando al entorno.

-Les ha ayudado pasar el ruido de las preferentes. Pero tienen otro problema, el ERE en vigor...

- El ERE hay que finalizarlo, acabará próximamente. Y no habrá más. No me provoca un quebradero de cabeza, la gente sabe que hay que adaptar la plantilla al negocio que tenemos. Yo estoy deseando que acabe el ERE para que la entidad vuelva a contratar ligado al negocio que genere. Este banco tiene por máxima la liquidez, la solvencia y la eficiencia.

-¿Está cerrado el crédito promotor? ¿O volverán a darlo?

-Somos prudentes, pero yo siempre he defendido que lo importante no es el sector, sino la gente que está detrás. Estamos haciendo cosas en Galicia en la construcción, pero insisto, siempre con elevada prudencia.

-La imagen de las cajas está bastante pisoteada, por muchos desmanes. ¿Ustedes, teniendo en cuenta de dónde vienen, la reivindican o prefieren rehuirla?

-Siempre hemos defendido que somos un banco con alma de caja. Las cajas hicieron cosas muy importantes por Galicia, y somos herederos de toda esa parte buena. Y de los últimos años, del pasado más complejo... pues hemos cambiado la marca, y toda la filosofía. Hemos aprendido todos mucho del pasado.

-¿A estas alturas se veían en la posición en que están? Sus previsiones han quedado desfasadas...

-Porque somos prudentes. Cuando entramos vimos una proyección clara, y la planificación se está cumpliendo. Ahora bien, hay cosas que han ayudado, que han dado plusvalías, como el escenario de tipos de interés, que ha bajado la prima de riesgo, la reorganización que hicimos de renta fija... Pero el negocio recurrente, el sostenible, está funcionando. Las expectativas son elevadas, la sociedad nos está recibiendo muy bien.

-¿Cómo van en crédito? ¿Qué esperan para cerrar el año?

-No me atrevo a dar una cifra. Porque nos está pasando que cada semana está yendo mejor en crédito. En octubre crecimos el triple que el neto de septiembre, y en noviembre estamos asustado, en positivo, claro.