S&P confirma la nota de la deuda española pero alerta de riesgos políticos

EFE

ECONOMÍA

La agencia de calificación se mantiene alerta ante la posibilidad de un escenario político fragmentado en las próximas elecciones

14 nov 2014 . Actualizado a las 20:14 h.

Standard & Poor's ha decidido este viernes confirmar la nota de la deuda soberana española en un aprobado medio (BBB) con perspectiva estable, pero se mantiene alerta ante la posibilidad de un escenario político fragmentado en las próximas elecciones que pueda afectar al déficit y al crecimiento económico.

La calificación sitúa a la deuda española dos peldaños por encima del bono basura. En su revisión, la agencia de calificación de riesgos ve la posibilidad de que el déficit se vea afectado tanto por el «activo calendario electoral» como por sus resultados. De este modo, un escenario de fragmentación política podría suponer una «desviación» en las políticas fiscales y estructurales, advierte. Además, considera fundamental que las tensiones entre el gobierno central y las autoridades regionales se reduzcan, y alerta de que si Cataluña deja de ser parte de España, «los indicadores crediticios, las cuentas externas y la posición de las finanzas públicas se debilitarían», lo que podría afectar a la nota del país. No obstante, la agencia subraya que su «escenario base es que la comunidad autónoma de Cataluña seguirá siendo parte de España». «Si Cataluña dejara de ser parte del Reino de España, creemos que los indicadores crediticios del soberano, incluyendo el nivel medio del PIB per cápita, las cuentas externas, y la posición de las finanzas públicas, se debilitarían», aseguran.

Aunque estiman que la recuperación económica va a ayudar a reducir el déficit -a través del incremento cíclico de los ingresos por el consumo y los impuestos sobre la renta, así como por la reducción gradual de las transferencias de desempleo- piensan que es poco probable que el Gobierno alcance sus objetivos sin medidas adicionales de reducción del déficit. Otro de los aspectos que pueden afectar a la consecución de los objetivos de consolidación (creen que este año sí se alcanzará el 5,5 % del PIB, pero no el 4,2 % y 2,8 % en el 2015 y el 2016) es el debilitamiento del crecimiento de los cuatro socios comerciales más importantes de España (Francia, Alemania, Portugal e Italia).

También anticipa que las exportaciones netas tendrán que continuar en superávit durante algún tiempo en España para hacer mayores progresos en la reducción de su posición de endeudamiento externo neto, que representó el 95 % del PIB al final del segundo semestre del 2014. Además, aunque durante los últimos tres años, hogares y empresas han disminuido el consumo para así reducir su deuda, los niveles totales siguen siendo altos en relación con otras grandes economías de la eurozona (275 % del PIB frente al promedio de 240 %), lo que a su juicio incidirá en el crecimiento futuro de España, a menos que la productividad continúe mejorando y se normalice la inflación en niveles más altos. De este modo, advierten de que «la deflación es un lastre» para el progreso económico y fiscal.

No obstante, prevén un crecimiento del PIB del 1,3 % en el 2014 (al igual que el Gobierno) y 2 % de media en el período 2015-2017, lo que generará a su juicio creación de empleo. La agencia recalca que desde el 2010 España ha implementado sustanciales reformas estructurales que han mejorado la competitividad y flexibilidad de la economía, lo que ha conllevado una recuperación de la demanda interna. Esta es la segunda de las tres grandes agencias que mantiene la calificación de la deuda española después del verano.

Así, Fitch decidió el pasado 24 de octubre mantener la nota de la deuda española en BBB+, equivalente a un aprobado alto, con perspectiva estable. Por su parte, Moody's prefirió no sacar revisión alguna sobre España en la fecha prevista, el pasado 17 de octubre. Los movimientos anteriores de las tres agencias sobre la deuda española habían sido al alza, la última de ellas el pasado mayo.