Iberia extiende la reestructuración hasta el 2020 y recupera Latinoamérica

J. A. B. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Entre 2015 y 2017 aún deberán salir de la compañía otros 1.668 empleados más, aparte de los 3.803 que ya lo han hecho dentro de su plan de ajuste

08 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El viacrucis que Iberia inició en noviembre del 2012 con su plan de futuro se prolongará hasta el 2020, es decir, ocho largos años de reestructuración, según las últimas previsiones presentadas ayer ante los analistas por el grupo IAG, donde es socia de British Airways (BA). No obstante, a partir del próximo ejercicio la cuesta arriba tendrá menos pendiente una vez haya vuelto a la senda de los beneficios -como prevé hacer al cierre de este 2014- tras un lustro de pérdidas, iniciado en el 2009 con un resultado negativo de 273 millones.

El holding anglo-español destacó los avances registrados en la «transformación» de Iberia, como la mejora de la productividad y la reducción de los costes unitarios que le permitirán incluso generar flujo de caja libre a partir de esta campaña.

Otros 1.668 empleados

La «madurez», sin embargo, no llegará hasta dentro de otros seis años -entre 2015 y 2017 aún deberán salir de la compañía otros 1.668 empleados más, aparte de los 3.803 que ya lo han hecho dentro de su plan de ajuste- y, con ella, el crecimiento en rutas tras la recuperación previa de las siete que cerró a finales del 2012. Ya ha reabierto las conexiones con Estambul, Montevideo y Santo Domingo.

Y ese futuro ha de pasar, según la hoja de ruta diseñada por IAG, por que la aerolínea española «consiga recuperar su liderazgo histórico» en los viajes a Latinoamérica, aunque el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, deja claro que también «volará» a Asia y se expandirá en el continente africano.

El primer dividendo

El consorcio IAG dará el primer dividendo de su aún corta historia en el 2015, un reparto que pretende sea «sostenible» a medio y largo plazo con un crecimiento medio anual del 10 %. Pero el anuncio de ese primer pago, que supondría un 25 % del beneficio subyacente tras impuestos, no parece haber contentado a todos los accionistas.

Las acciones del grupo cerraron ayer la semana con una caída del 2,95 % en Bolsa, pese a anunciar un flujo libre de caja de hasta 1.500 millones anuales.