PSA para motores en Europa y deja de fabricar 9.000 vehículos en Vigo

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Vehículos fabricados en la planta de PSA Vigo, en la terminal del puerto, a la espera de embarque para el mercado europeo.
Vehículos fabricados en la planta de PSA Vigo, en la terminal del puerto, a la espera de embarque para el mercado europeo. óscar vázquez< / span>

El grupo manda a casa esta semana a 38.000 trabajadores, 6.000 gallegos

28 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La vuelta a la carrera de PSA Peugeot Citroën (el presidente Tavares llama a su plan para salir de pérdidas Back in the race) pasa por fabricar solo sobre pedido y eliminar todo resto de stock.

Esa estrategia de puro ahorro explica la parada de motores decretada por la multinacional francesa para casi todas las plantas del grupo en Europa durante esta semana. El paro, que comenzó ayer y mantendrá la producción a cero hasta el próximo lunes, afecta a las factorías de Rennes, Mulhouse, Poissy y parcialmente Sevlernord (en Francia); Mangualde (Portugal), Sevelspa (Italia), Trnava (Eslovaquia) y Vigo. Solo se libran Madrid, por estar en pleno proceso de lanzamiento del Citroën C4 Cactus, y Sochaux (Francia), la joya de la corona del grupo. En total, 38.000 trabajadores se quedarán en casa, 6.000 de ellos de la factoría viguesa, que en estos cinco días de inactividad dejará de fabricar casi 9.000 vehículos (a una media de 1.740 unidades diarias), según estimaciones del comité de empresa.

Demasiados coches sin vender

Los ajustes de producción que el grupo ha venido aplicando desde que comenzó el año en sus principales plantas, incluida la gallega, no han podido evitar que el stock siga engordando mes a mes, debido a la caída de la demanda de los modelos que fabrica. Para soltar lastre, no queda más remedio que dejar de fabricar.

«El actual volumen de existencias, además de ralentizar los ingresos en caja, dispara los costes fijos a los que debe hacer frente el fabricante», explican fuentes de la compañía con sede en París.

El hecho de suspender la producción también permite a los fabricantes no poner ningún peso en la economía de su red de distribución. «Podríamos descargar el coste de los vehículos producidos en la red de distribución, pero es preferible mantener una base financiera tan sana como sea posible», ha explicado la multinacional a los sindicatos franceses, especialmente críticos con esta decisión que, según la CGT (central mayoritaria en las fábricas francesas), oculta una estrategia para pagar menos impuestos, ya que las ventas del grupo se han incrementado en el último trimestre un 1,6 %. «A final de año toca hacer balance y, cuantos menos vehículos haya en stock pagarán menos impuestos», explica el sindicato.

Proveedores del clúster gallego de automoción explican que se trata de una medida simple de ahorro de costes. «La mano de obra es solo el 10 % del coste de producción de un vehículo, frente al 60 % que suponen las materias primas y el 30 % restante, que conllevan energía, transporte y logística. Para ellos es más rentable poner fin a la producción, aunque durante ese tiempo los empleados sigan cobrando», afirman.