Blesa y Rato tiran de inmuebles y acciones para avalar sus fianzas

J. A. Bravo MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Mapfre mantiene la duda de si cubrirá esas sumas, 19 millones de euros en total, con la póliza contratada en su día por Caja Madrid y Bankia

22 oct 2014 . Actualizado a las 11:04 h.

Miguel Blesa y Rodrigo Rato creen tener «fundadas esperanzas» de poder avalar hoy las fianzas civiles, de 16 y 3 millones de euros, respectivamente, que les impuso el jueves el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu para cubrir sus responsabilidades pecuniarias por los abusos cometidos entre el 2003 y el 2012 con las tarjetas B de Caja Madrid, y luego Bankia. Al menos, eso es lo que apuntaban ayer a última hora fuentes de sus respectivos entornos, quienes no descartaron la posibilidad de que sea Mapfre la que termine cubriendo tales sumas según lo previsto en sendas pólizas.

Aunque desde la aseguradora se insistió en que no facilitan información sobre sus contratos, fuentes del sector apuntaron que «probablemente mantendrá hasta el último momento la incógnita». Los seguros suscritos por Caja Madrid y Bankia para cubrir los daños que pudieran derivarse de la actuación profesional de sus ex altos cargos incluyen, en principio, tanto las fianzas como los gastos de defensa.

El problema es que lo elevado de las sumas impuestas como responsabilidad civil, 19 millones en total, ha suscitado serias dudas en Mapfre a la hora de cumplir una póliza habitual en las grandes empresas. Por eso, llevan varios días revisando con lupa sus cláusulas para tratar de encontrar un resquicio que les permita no pagarlas. Una posibilidad que han explorado es que la póliza respondiera solo de daños a terceros (clientes, inversores, etcétera) y no a la propia entidad, como sería el caso. Sin embargo, en principio no aparece distinción alguna al respecto en el contrato (ni a favor ni en contra), cuya cobertura máxima es de 100 millones. La otra opción sería acogerse a la existencia de un fraude a Caja Madrid y Bankia o de una conducta «dolosa» -una voluntad «deliberada» de delinquir «a sabiendas»-. El problema es que sería necesario que hubiera una condena firme, hipótesis aún lejana.

Consciente de esta problemática, Blesa intentó que fuera el propio instructor del caso el que reclamara a Mapfre que cumpliera la póliza, posibilidad que desechó Andreu para no entrar en mayores vericuetos legales y devolviendo así la pelota a quien presidió Caja Madrid entre 1996 y el 2010. Por eso, el exfinanciero se vio obligado a dirigirse ayer directamente a la propia aseguradora, que medita ahora su respuesta.

Rato, a la espera

El exministro no se ha acogido a esa posibilidad pero estudia hacerlo si su colega obtiene una respuesta positiva. No obstante, confía en poder avalar sus tres millones con las escrituras de sus dos casas, un piso en el barrio madrileño de Salamanca y un chalé en la localidad asturiana de Cabueñes. A ellas se uniría el Palacio de la Riega en Gijón, propiedad de su familia, aunque también podría recurrir a acciones y bonos.

En el caso de Blesa, el horizonte se presenta más problemático sin ayudas externas. Antes de las tres de la tarde de hoy debería cubrir 16 millones con un patrimonio inmobiliario que se ha reducido a la mitad en apenas dos años. En mayo del 2013, cuando reunió 2,5 millones para salir de prisión por la compra del City National Bank of Florida, tenía media docena de casas y fincas valoradas en seis millones. Hoy se reduce a la mitad, tanto en valor (tres millones) como en tamaño (una mansión en una zona lujosa de Madrid, un chalé en la sierra y una vivienda en Jaén compartida con sus hermanos), aunque también dispone de una cartera de valores que no llegaría a siete millones.