Varios dirigentes del PP piden la expulsión de Rato del partido por el escándalo de las tarjetas opacas

Agencias / La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

Rajoy asegura que los expedientes al exvicepresidente y otros 12 militantes se resolveran de la manera más justa posible

20 oct 2014 . Actualizado a las 16:52 h.

Mariano Rajoy ha asegurado que su partido buscará una solución lo más justa posible para los militantes del PP implicados en el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Después de escuchar voces con peso dentro del Comité Ejecutivo Nacional de la formación conservadora pidiendo reacciones contundentes contra Rodrigo Rato y otros 12 militantes del PP salpicados por la polémica, el presidente del Gobierno eludió la cuestión con una afirmación sobre el procedimiento que realizarán a nivel interno.

Rajoy ha vuelto a recordar que han sido los gestores de las entidades nacionalizadas nombrados por el Ejecutivo los que han detectado las irregularidades de las tarjetas black de Caja Madrid, y ha abogado por que los expedientes a Rato y otros doce militantes se resuelvan de la manera más justa posible.

La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, se ha mostrado partidaria de apartar del Partido Popular al expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, por el supuesto uso fraudulento de las tarjetas opacas, aunque no ha concretado plazos y ha señalado que a quien «toca» gestionar esta cuestión es «a los dirigentes» estatales de su partidos.

Quiroga se ha pronunciado en la misma línea en la que lo han hecho también el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, y otros dirigentes de su formación en el transcurso de un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum en Santiago, en el que también ha cargado con contundencia contra la corrupción.

De hecho, en su intervención, ha advertido de que la sociedad del 2014 «no es ni la de 1975 ni la dle 2014» y los pasos que exigen los ciudadanos de hoy son «muy diferentes». «Soluciones y comportamientos ejemplares», ha recetado la líder del PP vasco. En esta coyuntura, ha manifestado su convicción de que los políticos tienen que «entonar un mea culpa sincero y reflexivo» para que «la corrupción y las prebendas desaparezcan en la medida de lo posible». Y ha llamado a «castigar con la ley y el desprecio social y político» a quienes «en nombre de los políticos» caen en actitudes irregulares.

Dicho esto, Quiroga ha incidido en la necesidad de que quienes tienen responsabilidades de gobierno estén «vigilantes» ante los «enemigos de la democracia», sobre todo en un contexto en el que la crisis y determinadas actuaciones deja «por los suelos» la «credibilidad» de los políticos. Por ello, ha apelado a actuar «con mucho rigor» y adaptarse a las «exigencias» de una ciudadanía «madura» que está «harta de que la traten como menor de edad».

Con la convicción de que sería bueno «asimilar la parte de ciencia que tiene la política» y estudiar «lo que los ciudadanos dicen de sí mismos y demandan», la dirigente popular ha pedido no dejarse llevar «por mensajes extremos», sino que ha apelado a tener «altura de miras» y ajustarse a la «moderación» que pide la ciudadanía.

«No caben estas conductas»

También el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, considera que «no caben esas conductas ante los ciudadanos, informa Efe. No caben en estos momentos de desconfianza y de distanciamiento entre los ciudadanos y los políticos. Hay que ser muy contundente», ha declarado a su llegada al Comité Ejecutivo del PP que preside el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy. Y «cree» que el exvicepresidente del Gobierno durante ocho años debe abandonar el PP. Al ser preguntado después si se lo va a solicitar hoy mismo a Mariano Rajoy durante la reunión del Comité Ejecutivo del PP, Fabra ha señalado que en el partido saben «perfectamente» lo que tienen que hacer ante este caso. Mientras que la presidenta del PP aragonés, Luisa Fernanda Rudi, ha tomado la palabra para lamentar la desazón de la ciudadanía con los políticos y ha instado a su partido a que «se ponga las pilas» dando ejemplo y con respuestas claras ante la corrupción.

El PP anunció el pasado 7 de octubre la apertura de un expediente informativo a Rato por el caso de las tarjetas opacas, justo un día antes de que el que fuera vicepresidente del Gobierno con José María Aznar durante dos legislaturas fuera citado para declarar como imputado ante el juez Fernando Andreu, quien este pasado jueves le atribuyó un delito de administración desleal y le impuso una fianza de tres millones de euros. El Comité de Derechos y Garantías del PP ha empezado a tramitar ese expediente, pero no ha tomado ninguna medida cautelar como la suspensión temporal de militancia alegando que antes de cualquier decisión deben escuchar las explicaciones de Rato. La propia secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró hace unos días que es de «justicia» oír la versión del expresidente de Bankia. Por su parte, Rajoy no se ha querido pronunciar sobre si Rato debe seguir o no en el PP subrayando que ese expediente está abierto y que él no debía «prejuzgar nada». Eso sí, ha evitado nombrarle y ha aludido al él como «la persona por la que usted se ha interesado».

Cospedal defiende que el PP sea contundente

Poco después, Cospedal ha defendido que el partido sea contundente en el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid y ha garantizado que en esta fuerza política hay unas reglas y se actuará en consecuencia y sin distinciones. Cospedal, que ha asegurado que en ningún momento se ha puesto en contacto con Rato, ha apostado en la reunión por que el partido sea contundente en este asunto y ha garantizado que en el PP hay unas reglas y se actuará en consecuencia y sin distinciones. En su comparecencia ante los periodistas, Cospedal ha detallado que los expedientes pretenden garantizar el derecho de todos los militantes a ser oídos y, a partir de ahí, tomar las decisiones «dentro del ámbito de la rapidez». «Llegaremos hasta donde sea menester y lo haremos en el plazo más breve posible, pero de acuerdo con el procedimiento legalmente establecido», ha insistido.