¿Cómo evitar una nueva recesión?

ECONOMÍA

18 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El conjunto de las 18 economías del euro no parece que estén saliendo del túnel de la crisis. Más bien al contrario. Sin embargo a los conductores de la locomotora no parece temblarles el pulso. El Banco Central Europeo puede presumir de tener la inflación tan a raya que a algunos nos mete en deflación y de tener un euro fuerte frente al dólar o la libra. Y como el desempleo y el crecimiento no están entre sus objetivos no parece preocuparle que estos indicadores en la eurozona lleven años peor que en Estados Unidos o el Reino Unido. El otro conductor del tren (Eurogrupo y Consejo) puede presumir de mantener el déficit público a raya en la eurozona. Pues anotamos un superávit primario (sin carga de intereses) mientras que Estados Unidos o el Reino Unido tienen déficits primarios en torno al 2 %.

Moneda fuerte, control de la inflación, superávit primario: todo un éxito. Y por eso desde Alemania y sus compañeros del norte (hasta Varsovia y el Báltico) mantienen a capa y espada que hay que perseverar.

El jueves subía la bolsa en Alemania y su deuda soberana pagaba aún menos intereses: un éxito. Los mercados parecen así apostar porque una parte de la eurozona tiene futuro, mientras otra (Francia e Italia ahora mismo) son presionadas hacia la misma senda austericida que tan desastrosos resultados ha dado en Grecia, Portugal o España. Para evitar que la eurozona muera de éxito ¿qué debemos hacer? Replicar lo que hacen los responsables de la libra o del dólar, consiguiendo tasas de paro de la mitad que las nuestras y evitando el riesgo de recesión. Teniendo claro que para salir de un agujero lo primero que se necesita es dejar de cavar.

Dejar de cavar significa que el BCE tiene que trabajar hacia la paridad euro-dólar, situar la inflación en el 2 % y gestionar directamente deuda soberana, mientras el Eurogrupo debe definir un presupuesto para inversión pública y de garantía de rentas de naturaleza federal en la eurozona, con cargo a recursos de los Estados más ricos que cuentan con margen presupuestario.

Si así no se hace lo más grave no será que en buena parte del sur de Europa la atonía del consumo interno o la caída de las exportaciones nos lleven a una nueva recesión con metástasis de crisis financieras, sino que en esas condiciones crecerá imparable una marea de euroescépticos.

Albino Prada es profesor de Economía en la Universidad de Vigo.