Anticorrupción investigará 7 posibles casos delictivos en las cajas gallegas

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El FROB desvela que provocaron un quebranto en cuatro años de 600 millones de euros

18 oct 2014 . Actualizado a las 12:50 h.

La Fiscalía Anticorrupción investigará, a partir de la próxima semana, siete operaciones sospechosas de las antiguas Caixa Galicia y Caixanova que provocaron un daño patrimonial de unos 600 millones de euros. Lo hará después de que en los últimos días el FROB, el fondo bancario de reestructuración, recabara toda la información sobre esos casos, y con el objetivo de resarcirse después de haber inyectado algo más de 9.000 millones de euros en las cajas gallegas, fusionadas luego en Novacaixagalicia, luego nacionalizada y finalmente vendida a Banesco por algo más de 1.000 millones. Con ese movimiento, el Fondo trata de «minimizar el coste para el contribuyente», siempre que de estos casos salgan responsabilidades y condenas judiciales. De momento, el proceso está en su fase inicial.

Las siete operaciones están vinculadas al ladrillo y se ejecutaron, según se desprende de la comunicación ayer del FROB, entre los años 2005 y 2008, con José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso como jefes omnipotentes de las dos cajas. Fueron los cuatro ejercicios de borrachera crediticia y de control laxo por parte de las autoridades. Era entonces gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El actual presidente del FROB, Fernando Restoy, también trabajaba en aquel organismo supervisor. Tampoco dijeron nada los auditores: ni PwC ni Deloitte pusieron pegas a las cuentas de aquellos ejercicios.

¿En qué consisten esas operaciones? Son, fundamentalmente, créditos y refinanciaciones para la adquisición de inmuebles o para la participación en sociedades; también hay refinanciaciones para la compra de empresas, renegociaciones de préstamos con reducciones de garantías, cancelación de deudas (por compraventa de activos o dación en pago), ventas de inmuebles adjudicados, y operaciones de inversión en situaciones precarias. Según el FROB, todas ellas provocaron importantes pérdidas a las cajas, «sin responder a una finalidad económica lógica». De media en cada proceso resultan unos 85,7 millones de agujero.

Dos años de investigación

El inicio de estas investigaciones arrancó hace más de dos años, con la entrada del FROB en la entidad (tenía varios administradores, y José María Castellano como nuevo presidente), y su fiscalización de todo el pasado. De ahí salieron casi 30 operaciones sospechosas que sirvieron de base para las actuales.

El FROB no da detalles de aquellos casos, y su portavoz tampoco respondió a las llamadas de este periódico para aclarar dudas. Sí se sabe que durante esos cuatro años investigados hubo sonoros fiascos en Caixa Galicia y en Caixanova. Por ejemplo, la inversión de la primera en la promotora Astroc, apadrinando a Enrique Bañuelos. Era el año 2006 y a la entidad, a través de su corporación -entonces dirigida por el hijo de Méndez-, aquella apuesta le costó varios millones (solo en Bolsa, alrededor de una veintena). En Caixanova, a través de Proinova (con José Luis Pego al frente), fueron los años de la inversión con Paco el Pocero en Seseña, ejemplo de la construcción desbocada.

Junto a las cajas gallegas, hay otra también señalada por el FROB: Catalunya Caixa. Aquí son 16 las operaciones descubiertas que se remiten a la Fiscalía, con un quebranto de 900 millones; es decir, 56 millones por caso (menos que en Novacaixagalicia). Al frente estaba entonces Narcís Serra, exvicepresidente con Felipe González. Las sospechas son las mismas que para las gallegas.

Teniendo en cuenta la enorme polvareda que está provocando el caso Bankia y lo sucedido con otras entidades, el FROB seguirá fiscalizando y no descarta encontrar nuevas sorpresas.