Financiera Maderera S. A. (Finsa), multinacional maderera gallega, se ha sumado al aluvión de recursos individuales que las empresas e industrias han presentado en el Tribunal Supremo contra la reforma eléctrica del ministro Soria, que pone fin a las primas a las renovables y que afecta, directamente, a la cogeneración. Un sistema que permite a las industrias utilizar el calor sobrante de sus procesos productivos para producir electricidad y, en consecuencia, ganar competitividad en costes energéticos.
En principio, algunas empresas habían planteado acogerse al paraguas del recurso presentado por la asociación que agrupa a las industrias cogeneradoras, Acogen. Pero en aras de escenificar una mayor fuerza y defender sus intereses individuales algunas han optado por abrir una batalla legal individual, como la gallega Coren. La intermediación de la Xunta ante las quejas de las industrias gallegas permitió modificar el marco inicialmente previsto para la cogeneración, de forma que se salvaron las plantas de los grandes. Se consiguió que la retribución fuese por horas reales de actividad, frente al máximo de 6.500 horas que planteaba la reforma. Y las plantas que utilizaban fueloil y gasoil salieron menos peor paradas de lo que estaba previsto. En el caso de Finsa, su recurso ante el Supremo no está tan relacionado con la cogeneración de sus fábricas en Galicia sino con la planta de Teruel, que utiliza gas natural, el recurso peor parado con la reforma de Industria.
Según Acogen, a través de la cogeneración se fabrica el 20 % del PIB industrial de España, y se exportan el 50 % de los productos fabricados con esta energía. Las industrias que la utilizan suman 200.000 empleos directos y la patronal sostiene que el marco normativo, aunque mejora el diseño inicial, aboca a las empresas a una pérdida de competitividad.