Las bolsas sufren por la economía

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los síntomas de debilidad de Alemania, y otra vez Grecia, disparan las alarmas

16 oct 2014 . Actualizado a las 07:51 h.

Las dudas sobre la salud de la economía mundial se agolpan en las mesas de operaciones. Con la eurozona estancada y su locomotora -Alemania- a medio gas, andan las alarmas disparadas.

Si a eso se le añade que al otro lado del Atlántico tampoco las tienen todas consigo -las ventas de los comercios estadounidenses, por poner solo un ejemplo, sufrieron una recaída en septiembre-, y el regreso a la palestra de Grecia como fuente de preocupación, no es extraño que los inversores hayan decidido replegarse a sus cuarteles de invierno. Esto es, posar sus ojos en valores refugio como el oro y huir de la deuda periférica para buscar cobijo en la germana o la norteamericana. El resultado: un reguero de pérdidas. Empezando por las bolsas. La más golpeada, la de Atenas. Allí, la desbandada fue tal que, en los peores momentos del día, el varapalo llegó a ser del 10 %. Se quedó en el 6,25 %, que no es poco, después de haber caído un 5,7 % la víspera. Detrás de la huida: el miedo a una salida prematura del rescate (el primer ministro planea emanciparse de la troika ya el año que viene) y la sombra de un adelanto electoral en suelo heleno que deje el país ingobernable.

Una peligrosa baza electoral

Lo que temen los inversores es que el Gobierno de Samaras haya decidido desprenderse antes de tiempo de las ataduras, no porque Grecia esté preparada para volver por su propio pie a los mercados -algo de los que todo el mundo duda-, sino para emplear ese gesto como baza electoral. Y contrarrestar así la pérdida de apoyos del Ejecutivo en favor de los radicales de Syriza

Eso, y que la agencia de calificación de riesgos Fitch alberga serias dudas sobre la solvencia de los cuatro mayores bancos griegos. Y advierte: no hay garantías de que el Estado heleno pueda prestarles ayuda alguna en caso de que la precisen.

Con esos mimbres, al Ibex, que había comenzado el día con buen pie, no le quedó otra que sucumbir a la corriente. Acabó dejándose un 3,59 % en la peor sesión desde enero. Cerró por debajo de los 10.000 puntos, en 9.838,50, su peor registro desde marzo.

Con todo, la española no fue la peor de las grandes plazas europeas. Algo peor lo hicieron la italiana y la francesa. La primera se dejó un 4,44 %; y la segunda, un 3,63 %. Fráncfort bajó un 2,87 %, prácticamente lo mismo que Londres.

En el mercado de deuda, el repliegue de los inversores hacia los bonos germanos se tradujo, para la periferia europea, en un repunte de las primas de riesgo. En el caso de la española, el salto fue de 18 puntos, desde los 121 a los 139. Mayor fue la presión sobre la italiana, que pasó de 147 a 170 puntos.

El crudo, en picado

Y por si a alguien le queda alguna duda de qué es lo que están adelantando los mercados no hay más que echar un vistazo a la cotización del petróleo, el mejor termómetro del PIB mundial. El brent -la referencia en Europa- se pagaba ayer en Londres a menos de 85 dólares. No creen los inversores que un economía a medio gas vaya a necesitar mucho crudo en los próximos meses. Y mientras, el oro, en los niveles más altos del último mes.

El Ibex se dejó un 3,6 % y perdió los 10.000 puntos en la peor sesión desde enero

Atenas se desploma por el temor a una salida prematura del rescate